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«Solo quería volver al trabajo y me cesaron sin aviso por jubilación»

«Solo quería volver al trabajo y me cesaron sin aviso por jubilación»

Jonathan Rodríguez, el Policía local que se lesionó el hombro en acto de servicio y fue cesado al quedar discapacitado, regresa al cuerpo tras acordar el pleno capitalino su pase a oficinas

Jueves, 1 de enero 1970

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c. de inza / arrecife

El calvario que ha pasado Jonathan Rodríguez y su familia en los últimos tres años y medio es digno de tenerse en cuenta para que no vuelva a repetirse.

Su historia asombra por la negligencia, dejadez o no se sabe bien qué circunstancias que han hecho que este policía local haya estado apartado de su actividad y en una situación de incertidumbre e impotencia que resulta difícil de explicar.

Entró en el cuerpo de la Policía Local de Arrecife en 2002 con apenas 21 años por oposición, hasta que en noviembre de 2015 se lesionó un hombro, en acto de servicio, cuando trataba de reducir a un individuo en plena calle.

A raíz de aquella mala caída tuvo que someterse a tres intervenciones quirúrgicas y, a pesar de que le implantaron una prótesis, nunca volvió a recuperar la movilidad de su hombro derecho. Tras un lago tiempo de baja, en la Mutua le dijeron de antemano que ya no podría volver a realizar su trabajo como antes, de ahí que se vio obligado a pedir al Ayuntamiento una readaptación al puesto de trabajo, sin que desde la institución le dieran respuesta a su demanda.

Ante el silencio municipal, se sometió a un tribunal médico del Instituto Nacional de la Seguridad Social (INSS), que valoró el alcance de la lesión, reconociéndole una incapacidad del 33% para desempeñar sus anteriores funciones de policía y la incapacidad permanente.

Con este diagnóstico solicitó al Ayuntamiento de Arrecife el pase a segunda actividad, por disminución de aptitudes psicofísicas, pese a contar con el aval del INSS. Sin embargo, el Consistorio acuerda cesarle, sin molestarse en responder a su solicitud de pase a segunda actividad.

Pese a este silencio por parte de la institución, Jonathan no se rinde y sigue presentando multitud de escritos, reclamando que se revisara su situación pero, lejos de hacerlo, en mayo de 2017 le comunican desde el Ayuntamiento su cese por jubilación, mediante decreto, firmado por la técnico del Departamento de Recursos Humanos.

Ante esta decisión el afectado se ve obligado a presentar demanda ante el Juzgado de lo Contencioso Administrativo, que el 22 de abril de 2019 dicta sentencia favorable al policía, reconociendo que el cese es nulo de pleno derecho y la obligación del Ayuntamiento de admitir su pase a segunda actividad dentro del cuerpo, pudiendo realizar trabajos administrativos y de despacho.

Frente al fallo, el Ayuntamiento no se molestó en recurrir y la sentencia se declaró firme 20 días después de dictarse. Con este fallo, solo era necesario que el pleno del Ayuntamiento aprobara su pase a segunda actividad, decisión que se adoptó en el pleno del martes, acabándose así el calvario de Jonathan y su familia, que han estado casi tres años y medio «en una situación de angustia, por incompetencia o desidia, cuando podría haberse resuelto en meses».

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