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«¡Que catorce años no es nada...!»

«¡Que catorce años no es nada...!»

Infraestructuras nuevas, últimas tecnologías, parking de 5.000 metros cuadrados, un futuro prometedor... El nuevo CAE ha recibido una buena acogida. Sólo falta poner la guinda: un transporte interurbano adecuado

Blanca E. Oliver / Telde

Jueves, 1 de enero 1970

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Gardel no se equivocaba cuando tangueaba ¡Que veinte años no es nada!

Y si no, que se lo pregunten a los usuarios del Centro de Atención de Especialidades (CAE) de Telde que eran atendidos en San Juan y que, tras catorce años de espera, ayer estrenaron las instalaciones de El Calero. Como le pasó al cantante de tangos, la demora ha sido larga pero ha valido la pena, porque las sensaciones de los pacientes fueron muy positivas.

A las diez de la mañana, arrancó la jornada. Como en un primer día cualquiera, todas las caras reflejaban sorpresa a la par que despiste. A unos les faltaban ojos para apreciar cada detalle, desde las plazas para ambulancias del parking interior hasta las amplias salas de espera; y a otros no les daba la boca para preguntar de todo y a todos.

Los usuarios llegaron al centro expectantes y la mayoría salía satisfecha. La atención sanitaria y la calidad y amplitud de las instalaciones acapararon elogios, mientras los desajustes que surgieron se fueron paliando con presteza.

Cristina Torres, subdirectora de Ingeniería, se movía de aquí para allá colgada del teléfono y, a las doce del mediodía, cuando ya lo tenía todo controlado, ordenaba que colocaran pivotes en la acera de acceso al centro, «para que los coches no puedan subir». Ese fue uno de los pocos olvidos del día porque, «todo va sobre ruedas», aseguró.

Y como nunca nada es perfecto, fue precisamente un asunto relacionado con ruedas el que originó quejas. «El servicio de transporte público es deficiente y los que vivimos en las afueras de Telde, en Jinámar, Marzagán, Ingenio o Valsequillo, o nos buscamos la vida para que nos traigan en coche o nos vamos a dejar el sueldo, o en mi caso el paro, en pagar guaguas», resumió enojado Roque de la Paz.

El `pinchazo´. El concejal de Tráfico, Juan Martel, que se acercó a las instalaciones, salió al paso de estas protestas y recordó que ayer se puso en marcha la nueva línea de guaguas que une el centro de la ciudad con la puerta del CAE, y que se ha habilitado una nueva parada de taxis al lado de las instalaciones. «Sigue activo el servicio de guaguas que deja a los usuarios a 300 metros y quienes tienen coche, disponen de un aparcamiento de 5.000 metros cuadrados frente al edificio, que podríamos ampliar hasta los 8.000», precisó.

Martel detalló que la nueva línea irá adaptándose a las necesidades que se generen. Por el momento, su horario se ha ajustado al del centro sanitario, pero puede ser susceptible de cambios.

«Conocemos las dificultades de los usuarios que viven en zonas alejadas y hemos presentado una solicitud al Cabildo, para que ponga en marcha servicios de guaguas interurbanas que solucionen el problema», indicó. «Desde el Ayuntamiento hemos hecho lo que hemos podido».

En definitiva, la jornada de tráfico en torno al CAE transcurrió sin sobresaltos. «Se ha destinado a cuatro policías locales para controlar la circulación. Es cierto que habrá que mejorar la señalización y habilitar alguna zona de carga y descarga, pero todo ha ido bien», concluyó.

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