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La isla ya tiene enciclopedia propia

La isla ya tiene enciclopedia propia

El escritor y divulgador Luis Pérez Aguado compila en una sola obra de 700 páginas y más de 3.000 imágenes una vida dedicada a la investigación sobre el pasado y el presente de Gran Canaria

Gaumet Florido y / Telde

Jueves, 1 de enero 1970

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Sabía usted que la primera obra hidráulica de importancia autorizada por los Reyes Católicos en Canarias, en 1501, está en Gran Canaria? ¿Alguien le ha contado lo que esconde la Montaña de Arinaga? ¿Acaso imagina que una humilde cruz en Arucas evita que caiga en el olvido un asesinato cometido hace 462 años? Parecen preguntas sacadas de un trivial. Pero no, son solo algunas de las cientos de curiosidades que podrá encontrar en lo que puede considerarse una enciclopedia monográfica sobre Gran Canaria. Es obra del escritor y divulgador Luis Pérez Aguado (1949), profesor jubilado que desempeñó la mayor parte de su trayectoria docente en Telde.

Si la curiosidad tuviera patas y se comportara como un humano, a buen seguro se parecería mucho a este impenitente investigador, autor de más de una quincena de publicaciones. Ahora da quizás un salto cualitativo al haberse atrevido a compilar en una sola obra el trabajo de toda una vida: años y años de pateos por la isla, de bucear en archivos, de leer a otros autores. «La idea surgió hace un decenio y a lo largo de este tiempo la he ido cambiando poco a poco, hasta que decidimos dar el paso, le pasé la información a mi hermano y, no sin muchas dificultades, y sus quejas por el volumen de información, ha salido este resultado», confiesa Pérez Aguado.

Su nuevo trabajo ha dado lugar a una obra enciclopédica, muy visual, con más de 3.000 imágenes, la inmensa mayoría de su propiedad, pero complementada por múltiples apuntes históricos, paisajísticos, etnográficos o culturales en 719 páginas diseñadas por Justo Pérez Aguado, hermano del autor.

En términos coloquiales, viene a ser como ese libro gordo de Petete que nunca tuvo Gran Canaria. «Solo he tratado de contribuir a que los grancanarios conozcan un poco mejor su isla, porque aunque parezca un tópico, es muy cierta esa máxima que dice que lo que no se conoce, no se valora». Y ese es otro de los aciertos de este libro de consulta. Desvela cientos de tesoros escondidos que reúne la isla, invisibles a una mirada no instruida sobre su pasado o su naturaleza. Un simple escudo, una cruz, un árbol, una roca o un edificio en ruinas se abren como una puerta a una curiosidad histórica, un personaje olvidado o una riqueza científica. Es poco probable que tras ojear este libro no confiese que haya algo, un caserío, una playa o un barranco, que no conocía.

Está estructurado en 42 apartados, entre secciones y subsecciones, dedicados a contenidos tan heterogéneos como los yacimientos arqueológicos, la heráldica, las cruces, los faros, deportes, el clima, la flora, la fauna, las ermitas de montaña, los caprichos de la naturaleza (en su mayoría formas rocosas curiosas), las presas o la artesanía. Solo hay tres lugares de la isla que merecieron un capítulo propio, y uno de ellos está en Telde. Es San Francisco.

En principio, ya se han impreso los primeros ejemplares, pero, según el propio autor, la previsión de Mercurio, la editorial que lo publica, pasa por lanzarlos a la calle a finales de noviembre o a primeros de diciembre.

Por cierto, y según cuenta el propio libro, esa primera obra hidráulica que autorizaron los Reyes Católicos fue el túnel de La Mina para llevar agua de Tejeda a San Mateo y abastecer a la capital; bajo la Montaña de Arinaga hay un refugio militar construido entre 1940 y 1941; y la cruz de Pineda recuerda el crimen del alcalde mayor y coronel de Gáldar y Guía, Hernando de Pineda, en marzo de 1556, a manos de un nieto de Fernando Guanarteme, Bernardino de Carvajal.

Curiosidades

Entre las muchas que hallará en el libro figura la de las iglesias de Acusa Seca. La primera fue una cueva (arriba) y hoy está habitada. Y la segunda quedó bajo las aguas de la presa de Candelaria (al lado). Abajo, antiguo balneario de El Rincón, hoy una ruina, Cruz de Pineda y el autor y el diseñador, juntos y con el libro.

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