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Cuando llueve, el agua sube por los desagües del laboratorio. O riega de goteras los edificios. La viga del techo del aula de informática se está oxidando. La instalación eléctrica suspende las inspecciones. Las humedades se comen los pilares. Y tiene cloacas tupidas, paredes y suelos abombados, grietas, tejas rotas, problemas de accesibilidad, riesgos de desprendimientos en el revestimiento de las fachadas... La lista es larga. Y no es la de un edificio abandonado. No. Es la relación de deficiencias que sufren los más de 60 profesores y los 2.000 alumnos (si se suman todos los turnos) que trabajan y estudian en el IES José Arencibia Gil, en San Juan. El AMPA Florispan se cansó de gritar en el desierto. Este miércoles buscó la ayuda de dos diputados de Podemos en el Parlamento de Canarias para que intercedan por el centro.
Concepción Monzón y Manuel Marrero visitaron las instalaciones junto al delegado territorial de Educación, Juan José Gil, el presidente del AMPA, José Luis Florido, la dirección del centro y un técnico de la consejería. Marrero y Monzón criticaron que estas deficiencias son el resultado de años sin un mantenimiento periódico en un centro que ya suma 65, uno de los más antiguos de Gran Canaria. «Precisa de una evaluación integral y de que luego se prioricen las obras más urgentes», apuntó Marrero. Monzón anunció además que se interesarán por los criterios por los que se rige la consejería para decidir en qué centros invierten antes, y solicitarán informes técnicos sobre el estado del IES.
Gil, como portavoz de Educación, subrayó que el técnico tiene constancia de estas deficiencias y avanzó que la prioridad son los baños, mejorar la red de pluviales e impermeabilizar techos.
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