2.000 árboles para recuperar el verde y frenar el cambio climático

Se quieren evitar errores pasados y repoblar la ciudad con géneros no invasores que no causen problemas a los ciudadanos y las infraestructuras. El Metrosideros es una de las nuevas especies que se están introduciendo en las aceras. Posee una flor roja, procede de Nueva Zelanda y ya se conoce su respuesta puesto que se cuenta con plantaciones de este género en el Parque de San Juan. La otra planta foránea que se está integrando en el municipio es el Hibiscus, de origen asiático. Además, la idea es introducir también géneros autóctonas como acebuches, almácigos, lentiscos, guaidiles, retamas blancas o barbuzanos.

Esta iniciativa de plantar nuevos árboles, arbustos y flores ornamentales, además de estar dirigida a mejorar la vida de los teldenses, puesto que la presencia de plantas «produce beneficios como el de bajar la temperatura del aire, filtrar los contaminantes urbanos, incrementar el valor de las zonas urbanas o aumentar la biodiversidad de la ciudad», está encuadrada en un contexto de emergencia climática. «Tenemos que se responsables y hacer crecer las zonas verdes ante el cambio climático en el que estamos inmersos», advierte Álvaro Monzón, quien desvela que ya se han plantado una docena de árboles.

Este plan no supone grandes costes ni requiere un presupuesto añadido. «Está dentro del mantenimiento de parques y jardines. Además, alguna especie isleña ha sido solicitada a los viveros del Cabildo», desvela el concejal. Telde pronto lucirá más verde.