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G. S. / Maspalomas
Jueves, 1 de enero 1970
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Los representantes de trabajadores y propietarios de los establecimientos situados en la urbanización Oasis de Maspalomas, que ayer se manifestaron frente a la sede de la Presidencia del Ejecutivo regional en Las Palmas de Gran Canaria, recibieron como verdadero jarro de agua fría la decisión del Gobierno, de no recurrir la sentencia del pasado 28 de julio, que desestimó paralizar la declaración de este espacio como Bien de Interés Cultural (BIC).
El presidente del centro comercial Oasis, Antonio Pérez, expresó su desencanto con la medida. «Nos sentimos abandonados y desprotegidos ante una decisión, la de dar luz verde al BIC, que a través de su plan especial pone en serio riesgo la continuidad de nuestros negocios y amenaza con arruinar, en nuestro caso, a 30 propietarios y mandar al paro a 200 trabajadores», afirmó.
Pérez, que fue uno de los representantes que ayer fue recibido por el presidente autonómico Fernando Clavijo, señaló, alarmado, que «nunca me imaginé esta respuesta».
También estuvieron los trabajadores del hotel Oasis y de otros establecimientos afectados por el BIC. En total se estima que unas 2.000 personas de forma directa e indirecto pueden verse afectadas por las limitaciones que fijará la protección del espacio.
Clavijo argumentó que la nueva Ley del Suelo es suficiente para resolver el problema. «A nosotros nos adelantó la sentencia de muerte», puntualizó «porque ya nos han valorado la expropiación del inmueble en 7,5 millones».
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