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Patricia Vidanes Sánchez y Arucas
Jueves, 1 de enero 1970
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Cuando los moradores del edificio Bencomo (Santidad, Arucas) compraron sus pisos hace más de nueve años nunca pensaron que no tendrían portal de acceso. Bueno, sí que lo tienen, pero en nueve años nunca han podido utilizarlo, porque da a una calle inexistente, a un solar lleno de vegetación, suciedad y ratas, a un parque que nunca se hizo. El solar está vallado por una reja de obra desde hace casi una década, y la puerta del portal no se abre nunca. Algunos vecinos dicen haberla visto por primera vez para la foto que ilustra estas líneas.
María Goretti Rodríguez y Eduardo Viera, vecinos del edificio Bencomo, son dos de los damnificados, que es como se sienten. En estos nueve años han acudido a Vivienda del Gobierno de Canarias, al Diputado del Común, al Ayuntamiento de Arucas... Nadie les ha dado una solución al problema que se inició febrero de 2008, cuando la Consejería de Vivienda del Gobierno de Canarias dio permiso al constructor del bloque a colocar de forma provisional una escalera de hierro desde el garaje hasta la primera planta del edificio. Y por ahí, por esa entrada provisional, desde el garaje, llevan las 12 familias afectadas entrando desde 2008 a sus casas.
«Han pasado ya nueve años y seguimos sin calle ni acceso principal a nuestras viviendas», lo que supone una serie de trastornos para todos ellos. «Los buzones los hemos colocado en la rampa del garaje, y si viene una visita nos tiene que avisar para salir a la calle a recibirla», cuenta Goretti Rodríguez, secundada por sus vecinos. Pero eso no es todo. Su padre, de 87 años, con movilidad reducida y problemas de salud, ha requerido en alguna ocasión una ambulancia. «Los sanitarios no sabían pro dónde tenían que entrar», apunta. Y es que no es lo normal tener que dar la vuelta al edificio y entrar por la calle posterior, bajar la rampa del garaje, atravesarlo en su totalidad y subir por una escalera de obra. «Era provisional, para que nos dieran la cédula de habitabilidad y, además, no perder las ayudas» a la que algunos propietarios, como Eduardo Viera, tenían derecho por ser viviendas de protección oficial. Para ello, cuenta Goretti, «se rompieron dos cuartos trasteros y se ubicó la escalera que lleva a la entrada del edificio». Recuerda que cuando compraron les dijeron «que crearía una calle desde, además de una plaza; la plaza no la queremos, solo el trocito de calle, apenas tres metros, para llegar al portal» que nunca han podido usar. «Incluso nos hemos ofrecido voluntarios para hacer la calle, pero nos han dicho que eso no es posible». ¿Y en el Ayuntamiento de Arucas? «Nos han dicho que lo denunciamos, a ellos, al Ayuntamiento, para así con una sentencia actuar. No somos ciudadanos de Arucas sino para pagar».
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