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La Sitycleta se blinda ante los robos

La Sitycleta se blinda ante los robos

La Sitycleta ha sufrido ya sus primeros robos. La semana pasada un desconocido se llevó el ordenador de a bordo de una de las nuevas bicicletas y la dejó tirada en Guanarteme. También en este barrio fueron robadas las luces led delanteras de otra bici. Sagulpa ha encargado ya 10.000 tornillos para asegurar estos componentes.

Jueves, 1 de enero 1970

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El nuevo servicio público de alquiler de bicicletas, Sitycleta, puesto en marcha hace catorce días, ha sufrido ya dos robos. El primero, el más importante, ocurrió hace unos días, cuando un ciudadano alertó por correo electrónico a la sociedad municipal de aparcamientos (Sagulpa) de la presencia de una bicicleta abandonada en la confluencia de las calles Vergara y Lepanto, en Guanarteme, cerca de la plaza del Pilar.

Los técnicos de Sagulpa pudieron determinar, gracias al GPS que llevan incorporadas estas bicicletas, que se trataba de la unidad 41.154, que había sido utilizada por una usuaria mayor del servicio Sitycleta.

Al acercarse a recogerla, los empleados municipales se percataron de que el ordenador de a bordo que permite su alquiler había sido robado. «Se trata de un dispositivo que cuesta 285 euros y que no sirve para nada, no se puede vender», explicaron desde Sagulpa.

Los registros de uso de la bicicleta permitieron identificar al último usuario, que se considera responsable de los daños por no haber dejado bien anclado el vehículo en la estación. Por eso la bicicleta no aparecía como devuelta, de ahí que no hubieran saltado las alarmas.

Al recuperar la bicicleta, Sagulpa envió un mensaje SMS a la usuaria en cuestión y le cargó en su cuenta el coste del ordenador. La clienta no había respondido al mensaje pero sí se puso en contacto con Sagulpa cuando vio el recibo bancario.

Tras recibir las correspondientes explicaciones, Sagulpa procedió a devolverle los 285 euros a la usuaria, pero le dio de baja del servicio por mal uso, como determinan las normas de la Sitycleta.

Ahora Sagulpa ha encargado la compra de unos 10.000 tornillos para asegurar mejorar los ordenadores de las bicicletas.

En Guanarteme, en la parada de Churruca, también se registró el robo de las dos luces led delanteras de una de las bicicletas estacionadas.

Desde Sagulpa se insiste en la necesidad de asegurarse de que la bicicleta queda bien anclada a la base una vez que se devuelve. En caso de que la bici no quede bien fijada a la estación, el sistema entiende que sigue en uso por el mismo usuario, quien, por tanto, sigue siendo responsable de su estado. Por eso, es importante seguir los tres pasos siguientes cuando se haga la devolución: en primer lugar, aparcar bien la bicicleta en su puesto; en segundo término, pulsar la tecla OK en el ordenador de la bici y cerrar el candado en la rueda delantera; y, por último, esperar a la confirmación sonora de la devolución.

Los trabajadores de la Sociedad Municipal de Aparcamientos de Las Palmas de Gran Canaria (Sagulpa) han desarrollado una simpatía especial por un vehículo concreto, el 41.113, al que llaman ya «la bici de la suerte». Esta simpática referencia se debe a que hasta ahora ha sido la bicicleta con más usos acumulados, un total de 49.

Con los datos cerrados de la última semana, el jueves fue el día con más usos (324 alquileres), seguido por el domingo (319), el miércoles (310), el viernes (295), el martes (290), el sábado (256) y el lunes (233). En total, en esa semana se contabilizaron 2.027 alquileres, de acuerdo a los datos registrados por Sitycleta y facilitados por la empresa Sagulpa.

Además, hasta el miércoles pasado se habían registrado ya más de 3.600 clientes. Esto supone ya casi el triple de los registros contabilizados el primer día de funcionamiento de la Sitycleta. Hay que recordar que el 9 de abril ya estaban inscritas 1.300 personas, que generaron más de 182 alquileres.

En estos momentos ya hay más de 350 abonos, según Sagulpa.

En cuanto a los trayectos, el más habitual entre los usuarios de Sitycleta es el que tiene su origen en la estación de la Base Naval y acaba en la estación de la plaza del Doctor Rafael O’Shanahan. El segundo trayecto más frecuente es el mismo pero en sentido inverso, según informa la compañía municipal.

Respecto al tiempo de uso, la media se ha ido estabilizando en torno a los veintiséis minutos.

El usuario que más ha utilizado la bicicleta pública durante la primera semana de uso fue un joven que realizó cuarenta alquileres, lo que supone seis usos por día. Le siguen otros dos usuarios varones con 38 y 30 usos a lo largo de toda la semana.

Hay que recordar que el servicio público de bicicletas es de pago y tiene una tarifa básica (1,5 euros por media hora) y abonos semanales, mensuales y anuales, así como precios para familias.

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