Borrar
«La calle todavía está apestando»

«La calle todavía está apestando»

Juan Guerra, portavoz vecinal de Reina Mercedes, denuncia que las lluvias del sábado reventaron las alcantarillas de la urbanización y culpa a la obra de canalización que terminó «hace siete meses» el Ayuntamiento. Asegura que «se gastaron 400.000 euros y juntaron las acometidas de pluviales y de la caca» y «la calle todavía está apestando».

Jueves, 1 de enero 1970

Necesitas ser registrado para acceder a esta funcionalidad.

Compartir

Los vecinos de la urbanización Reina Mercedes se reconocen «indignados» por los daños que causaron las lluvias del sábado en la zona, cuando «reventaron las alcantarillas» y las aguas fecales camparon a sus anchas. Se trata del enésimo episodio que viven y aseguran que desde el Ayuntamiento capitalino «nadie responde», de ahí que manifiesten sentirse «desamparados».

Juan Guerra, portavoz de una comunidad integrada por 210 vecinos, «entre la fase 1 y 2», denuncia que la obra de canalización que inició el Consistorio capitalino a finales de 2015 y culmino «hace siete meses», lejos de ser la solución a las repetidas inundaciones que sufría la zona cada vez que llovía, ha supuesto un nuevo quebradero de cabeza.

«Se gastaron 400.000 euros, que se dice pronto, y reventaron las alcantarillas de las aguas sucias», critica. Añade que «antes teníamos la acometida de saneamiento de aguas pluviales, por una lado, y la de la caca, por otro. Pues las juntaron, y eso tiene que estar separado para que esas aguas puedan ir a la depuradora», explica.

Asegura que el problema fue tal que «todavía está apestando la calle», y aunque ha llamado «a la Concejalía del Distrito, a la secretaria del concejal de Aguas, al Ayuntamiento para que me pasaran con el alcalde», nadie le ha atendido. «Están callados, pero que venga San Pedro y vea esto», apunta sin contener su enfado.

Vídeo.

Además, recuerda que la urbanización se encuentra junto al «barranco que da a la Cícer, en Las Canteras», a donde asegura «fue a parar toda la mierda».

Guerra señala que cada vez que llueve en la ciudad, en la urbanización Reina Mercedes se vive una auténtica psicosis. «Aquí caen cuatro gotas y se nos ponen los pelos de punta», reconoce quien el sábado salió pitando de Mogán, donde se encontraba pasando el día, ante la llamada de algunos residentes.

«Cuando llegué, la gente ya había sacado los coches del garaje», pone a modo de ejemplo de la inquietud que viven los vecinos que no olvidan las inundaciones que han sufrido en esta zona en anteriores ocasiones. Y expone que aunque «también nos entró agua en el garaje», afortunadamente «no tuvo nada que ver con lo de la otra vez», en alusión al temporal de octubre de 2015, que lo anegó por completo.

Guerra insiste en que la actuación municipal es la responsable porque «antes no reventaban las de aguas sucias, siempre reventaban las pluviales», y eso significa «que las juntaron».

Lamenta que la obra de canalización, «que terminaron en octubre», ya «esté rota». Asimismo, confiesa no tener ninguna confianza en que la segunda fase de la que están pendientes se ejecute mejor, a juzgar por lo que ha pasado con esta primera.

«Gracias que fue un sábado y estaba todo el mundo por aquí», señala Juan Guerra, representante de una comunidad de vecinos que pide respuestas al Ayuntamiento. «Ya no sabemos qué hacer porque nadie quiere saber nada», reconoce. Asegura que los residentes en la urbanización le preguntan cuándo llegará una solución, «pero yo más no puedo hacer, he tocado todos los palos pero nadie viene. Estamos desamparados». Asimismo, explica que al margen de la inundación de aguas fecales, el sábado el agua corrió por «el muro de tierra que tenemos en la parte de atrás» del barrio. «Al ver las barranqueras, pensamos que el muro se nos venía abajo», añade. El portavoz vecinal teme que «en la próximas lluvias» finalmente ocurra, «porque ya hay grietas, pero nadie se hace cargo de eso tampoco». Dice que «ese muro es del Ayuntamiento», por lo que le pide «que lo arregle» antes de que «pase una maldita desgracia, Dios no lo quiera». Asimismo, dice que cuando se acometió la obra del colector «se llevaron los árboles» y las plantas que había en la zona ajardinada y recuerda que «Inmaculada Medina nos dijo que eso se iba a quedar como antes una vez que se terminase la obra». Sin embargo, afirma que ese día nunca llegó y que «cada vez que llueve, aunque sea flojito, el agua arrastra la tierra» y la lleva hacia la urbanización, «porque no hay nada que la sujete».

Juan Guerra, representante de los vecinos de Reina Mercedes, explica que el contenido de las alcantarillas que reventaron el pasado sábado en la urbanización y que han dejado «una peste a mierda» que no se va, acabaron llegando a la zona de La Cícer, en Las Canteras. Y es que recuerda que este barrio se encuentra junto al barranco de La Ballena, que va a desembocar en esta zona del litoral capitalino.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios