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Cuatro meses a la espera de un local para repartir alimentos

Cuatro meses a la espera de un local para repartir alimentos

La asociación vecinal Avesar presentó el 28 de julio al Ayuntamiento una solicitud de cesión temporal de un local para atender el reparto de alimentos a 82 familias de Arenales, después de que la parroquia de Santa Teresita decidiera no continuar con esta labor en sus dependencias. Casi cuatro meses después sigue sin respuesta.

Jueves, 16 de julio 2020, 04:42

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Los voluntarios de Cáritas que llevaban 12 años colaborando en la parroquia de Santa Teresita del Niño Jesús explican que la decisión del nuevo cura de suspender el reparto de alimentos en la parroquia les llevó a constituirse en la asociación vecinal Avesar. Su objetivo, dicen, era continuar con la labor de apoyo a las 82 familias que venían atendiendo. La falta de un espacio se presentó como la principal dificultad para realizar su tarea, por lo que optaron por pedir ayuda al Ayuntamiento capitalino.

Así, el pasado 28 de julio presentaron «por Registro» una petición de cesión temporal de un espacio para repartir alimentos y también para desarrollar otras acciones de apoyo a estas personas. A día de hoy, aseguran, siguen «a la espera de una respuesta por escrito».

José Antonio Silva es uno de los principales impulsores de esta nueva entidad vecinal que ha nacido a raíz de la decisión tomada por el nuevo párroco, una medida «que respetamos pero no entendemos», confiesa. Añade que la pretensión de Avesar es la «cesión de un local de unos 20 metros cuadrados» por «un año y unos meses», el tiempo que necesitan «para acreditar nuestra actividad» y de esta manera «poder acceder a líneas de financiación privadas».

Silva, una persona vinculada al mundo del voluntariado desde hace más de 40 años, asegura que el centro cívico Suárez Naranjo fue la primera opción en la que pensaron, pero «el Ayuntamiento lo tiene cedido a una organización que no se integra en el barrio».

Además, lamenta que los ediles del Distrito y Participación Ciudadana no hayan atendido su demanda. «Nos reunimos con José Eduardo Ramírez el 22 de septiembre y nos dijo que en un mes tendríamos el local», cosa que no ha sucedido. En cuanto a Sergio Millares, afirma que habló el día 13 con él y que además de «gritarme por teléfono», dijo que «lo estábamos presionando».

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