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Canarias7 / Las Palmas de Gran Canaria
Jueves, 1 de enero 1970
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El rostro de la Avenida Marítima ofrece dos realidades bien distintas en su paseo. Desde la Avenida Juan XXIII hacia el norte, el aspecto es más aseado y cuidado, con alguna que otra labor de acondicionamiento y mano de pintura. En cambio, desde ese mismo punto de referencia y en dirección al sur, las quejas de los vecinos se solapan.
Y es que los últimos capítulos sufridos en este enclave de la ciudad, como el socavón provocado por el oleaje el pasado mes de febrero, sumado al desgaste continuo al que somete la marea a la infraestructura conjugada con las copiosas lluvias acaecidas en este «húmedo» 2018 han puesto sobre la palestra la falta de mantenimiento en ciertos puntos, retratados con el desgaste de la superficie colindante en diversas zonas.
Las señales y el color del carril-bici han quedado más que demacrados por la erosión, así como el blanco «impoluto» de un recorrido que ahora ofrece matices grisáceos. Una panorámica que, sin duda, requerirá algo más que una mano de pintura.
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