Ingenio dice adiós a Victoriano Suárez

La villa de Ingenio despide hoy a Victoriano Suárez Rodríguez, hijo predilecto del municipio desde 2018 y considerado por sus vecinos como un hombre bueno, generoso, un apasionado de la historia de su pueblo y muy buen conversador. Empresario vinculado al mundo del comercio durante casi toda su vida, falleció ayer a la edad de 84 años. Estaba casado desde 1961 con Francisca Álamo Jiménez, con quien tuvo tres hijos: José Arcadio, director del IES Joaquín Artiles, en Agüimes, Francisco, director de CANARIAS7, y Victoriano, también redactor de CANARIAS7, en Cultura.

De formación contable, durante un tiempo la familia residió en la capital. Victoriano le llevaba las cuentas a varias empresas de la zona del puerto. Pero la tierra le llamaba, se fabricó una casa en el mismo centro del pueblo, con fachada a la plaza de la Candelaria, donde él mismo se crió, y ya no se movió de ese entorno, casi al pie de su Virgen, la patrona de Ingenio, por la que sentía devoción.

Fue entonces cuando inició su larga trayectoria como comerciante. Primero al fundar junto a Pepito Remigio una ferretería, que luego traspasaron a los que, a día de hoy, la siguen regentando, los hermanos Estupiñán, y después al abrir su tienda en la plaza, justo bajo su vivienda. Durante lustros fue una juguetería y luego la cambió por una tienda de deportes. Antes y después siempre se la conoció como la tienda de Victoriano. Hasta el confinamiento y pese a que había perdido movilidad, no dejó nunca de bajar a su negocio, a diario. Le fallaban las piernas, pero su lucidez estaba a prueba de los años.

Se fue como era, con discreción. Esa forma de ser guio siempre sus pasos. Le gustaba hacer por sus vecinos y por Ingenio, pero sin alharacas, sin buscar reconocimiento. Deja innumerables recuerdos de ese talante. Como cuando de joven, ayudando a su padre, el recordado maestro José Suárez Martín, impartía clases por las noches, y sin retribución, a jóvenes ya adultos que dejaron los estudios para contribuir a la economía familiar. O como cuando daba con una foto antigua y se desvivía por localizar a los descendientes de los que aparecían en la imagen para hacerles una copia y entregárselas, sin pedir nada a cambio. Porque le gustaba. O como cuando durante los años que tuvo la juguetería, nunca dejó que un niño se quedara sin regalo por falta de dinero. En su negocio se podía comprar al fiado. Aún se puede. Más de una vez llegaron a tocarle la madrugada de Reyes porque a sus majestades se les olvidaron las pilas. O se despistaron con un regalo.

Por eso Ingenio siente que Victoriano no se va del todo. Su recuerdo y su generosidad enraizaron para siempre en cuantos le conocieron. Se va siendo historia de su pueblo.

Impulsor de Acadi

Según consta en la propuesta que presentó Agrupa Sureste para su nombramiento como Hijo Predilecto, Victoriano fue el impulsor, junto a otros vecinos, de la Asociación para el Cuidado de los Ancianos de Ingenio (Acadi), colectivo al que este municipio le debe el poder contar con una residencia de mayores en pleno casco. Cuenta que todo partió de su propia experiencia al intentar ayudar a una vecina discapacitada sobre la que se cernía una injusticia. Asumió la defensa de sus bienes y derechos y a raíz de eso creyó necesario fundar un colectivo que velara por los mayores.

Una colección de 20 fotos antiguas para el patrimonio municipal

Aunque Victoriano era contable, su pasión siempre fue la historia, y particularmente la de su pueblo. Le gustaba mucho conversar y no miraba el reloj para contar lo que sabía de cómo se vivía antes en Ingenio o sobre las pequeñas historias de la gente del municipio. Llevado también por ese mismo afán, estuvo durante años recopilando fotos antiguas hasta lograr crear un fondo fotográfico de incalculable valor, del que, en otra prueba más de su generosidad, donó casi 200 copias al archivo histórico municipal. La colección es mucho más amplia, pero las que él hizo convertir en patrimonio público son las más sociales y públicas. Las hay de fiestas, de oficios antiguos, de artesanía o de ensayo. Además, Emilio Sánchez, responsable del archivo municipal, resalta otra cualidad: el conocimiento histórico que aportaba con cada foto, pues Victoriano documentaba cada imagen y tenía identificados a los que aparecían. No en vano, su colección está considerada como una de las más importantes para conocer la historia local y el Ayuntamiento las compiló en un libro, Memoria Fotográfica de Ingenio, publicado en 2009. De Victoriano destaca Sánchez su constante colaboración con el archivo, aportando imágenes o datos históricos. «Esa labor de recopilación y conservación es un ejemplo que ha contribuido a consolidar nuestras señas de identidad», apunta. «Es un referente para el archivo».

El entierro, hoy, a las 12.00

Pese a las circunstancias especiales impuestas por las medidas sanitarias de protección frente al coronavirus, muchos vecinos se acercaron ayer hasta el tanatorio de Ingenio, donde está instalada la capilla ardiente, para dar su último adiós a este ingeniense predilecto que siempre tuvo a gala ser de este pueblo. Ese orgullo por el lugar de sus orígenes también lo dejó patente en sus colaboraciones con clubes, asociaciones y colectivos de todo tipo, siempre de forma discreta. Hoy continúa el velatorio hasta las 12.00 horas, en que está prevista la ceremonia del entierro.

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