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El mercado, un mal escaparate para Maspalomas

El mercado, un mal escaparate para Maspalomas

Jueves, 1 de enero 1970

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paz bernal / maspalomas

El incendio de un cuadro de luz y sus secuelas de apagado general han puesto sobre la mesa, de golpe, todas las deficiencias que ha ido acumulando el Mercado de San Fernando de Maspalomas, sobre todo para los puesteros que han perdido mucho dinero en mercancías perecederas y reconocido también por el gobierno municipal.

El incidente ocurrió en la madrugada del sábado al domingo por el incendio del cuadro de luz de las instalaciones de este mercado municipal que provocó un apagón general que se mantenía hasta ayer miércoles.

Justo Huertas, propietario de uno de los puestos, de venta de aloe, y de los más veteranos en el lugar, a duras penas podía contener su indignación «porque llevo 30 años aquí y nunca habíamos visto un deterioro y una dejadez tan grande. Por supuesto, todo culpa del ayuntamiento», aseguraba mientras algunos supervivientes de alrededor, porque la mayoría de los puesteros han cerrado sus negocios hasta que se arregle la avería, le daban la razón.

Betty, una joven holandesa con un puesto de bisutería y de moda, se ayudaba con una linterna para buscar la mercancía que enseñaba a los pocos clientes que se acercaban a su negocio. «Yo, por lo menos, no tengo mercancía que haya tenido que tirar por el apagón pero tampoco tengo 600 euros que es lo que me piden para poder engancharme a un generador que han traído algunos compañeros para seguir en el negocio», explicaba bastante enfadada.

A su lado, un negocio de fruta ecológica admitía que ella si había pagado «porque me costaba más tener que tirar toda la mercancía que vendo, que son alimentos y no se pueden quedar sin frío».

Todos ellos coincidían en la mala imagen que «estamos ofreciendo a los turistas, porque los miércoles y sábados, cuando hay mercadillo fuera, muchos vienen buscando algunos productos concretos y lo que se encuentran es una imagen patética de la zona turística más importante de Gran Canaria.

El alcalde, Marco Aurelio Pérez, ya ha pasado por estas instalaciones para tranquilizar a estos vecinos «pero esto no se arregla con reponer la luz, necesitamos que se ocupen de esta insfraestructura tan importante para el municipio», señala Justo.

Entretanto, algunos turistas asomaban las cabezas por los pasillos desiertos, con todos los puestos cerrados, y volvían al mercadillo del exterior.

Mala imagen. Betty no entiende que se permita dar esta mala imagen a los turistas que vienen a Maspalomas.

Indignación mal contenida. Justo, en su puesto de hace 30 años, pide implicación y ayuda al Ayuntamiento.

Pasillos vacíos. Muchos de los puesteros habituales han cerrado sus negocios en espera del arreglo de la luz.

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