Para ver el trono de cerca, solo por la nave derecha

Con ese fin han distribuido un mapa donde el templo queda estructurado en tres zonas diferenciadas y acordonadas físicamente. Para empezar, de las puertas de la fachada principal, solo se abrirán dos, la de la nave central y la de la derecha, la de las Ánimas. En cada una de ellas habrá dos personas encargadas de la seguridad.

Una vez dentro, los fieles podrán dirigirse a la derecha, si desean ver a la Virgen y rezar ante el trono. Para salir tendrán que rodear el paso y se dirigirán a la puerta lateral de esa nave, que servirá de salida del templo. Con la idea de facilitar la movilidad en esta parte de la iglesia se retirarán todos los bancos de esta nave.

Por su parte, los que deseen permanecer orando, participar en las misas, o rezar el Rosario, o tengan problemas de movilidad, se dirigirán a la izquierda. Se les ha reservado un espacio que ocupa la mayor parte de la nave central y la mitad de la de la izquierda. Esta sí dispondrá de bancos. Y la salida será por la puerta lateral izquierda.

Con todo, dentro de la basílica habrá paneles indicativos y voluntarios, ataviados con un peto azul, que orientarán a peregrinos y visitantes. Ellos se encargarán de acoger e informar a los fieles para que todo se realice con el mayor orden posible. En todo caso, y en el marco de este nuevo esquema organizativo, los responsables de este dispositivo dejan claro que el aforo del templo es limitado y que si en algún momento los encargados de la seguridad entienden que hay que detener momentáneamente el flujo de peregrinos, se actuará. También informan de que la iglesia estará cerrada desde las 01.00 a las 05.00 de la mañana del día 8.