Adiós, amigo Nono

Querido amigo Nono,

Tal y como era tu deseo ya te encuentras en CASA. Todas las veces que hablamos y nunca te pregunté cómo es esa casa. Algún día lo sabré pero, de momento, tan solo me la puedo imaginar: debe haber mucha luz, mucho aire, muchos libros por supuesto, muchas fotografías y cuadros, mucha gente, pero una habitación en la que sólo puedes entrar tú para encontrarte, felicidad y libertad, cero prejuicios, amor de sobra, creatividad y talento a raudales... Debe ser una casa mágica, un espacio de encuentro. En un lugar lleno de naturaleza y espontaneidad. Ese lugar se encuentra en lo más profundo de tu alma, a la que a muchos de nosotros nos abriste la puerta para entrar con generosidad. Una casa en la que tu padre se sienta a la mesa contigo, en la que Frida juega en el jardín, donde Andy retrata los objetos más inverosímiles, en la que un holandés sin oreja planta girasoles, un valenciano pinta el mar y César esculpe volcanes...

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