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Carlos Santana Beltrán y / Las Palmas de Gran Canaria
Jueves, 1 de enero 1970
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Fue una ciudadana la que dio aviso a finales del pasado mes de marzo a la Guardia Civil de Puerto del Rosario tras localizar una veintena de perros de caza en una finca en un barranco junto a un campo de golf en la zona de Morro Jable, en el municipio de Pájara. La denunciante afirmó a los agentes que los perros estaban en mal estado.
Ante esta denuncia, agentes del Seprona se desplazaron hasta la localización facilitada, hallando a once perros en unas instalaciones deficientes construidas con restos de palés y piezas de madera. De estos, cuatro canes carecían del preceptivo microchip y otros tres presentaban unas pésimas condiciones físicas incompatibles con un adecuado cuidado y atención. Además tenían lesiones y heridas infectadas con parásitos e insectos y delgadez extrema. De hecho, tras pasar por un análisis veterinario pormenorizado, estos determinaron que los tres perros presentaban una anemia crónica por el abandono al que había sido sometidos y por la falta de cuidado, además de lesiones derivadas de este estado de abandono, según el informe de los facultativos que atendieron a los tres perros en pésimo estado.
En el transcurso del operativo desarrollado por el instituto armado se presentó en la finca el dueño de los perros, un cazador del citado municipio sureño, al que se le comunicó que trasladase de forma urgente a todos los perros a una clínica veterinaria para su tratamiento urgente. Fuentes del instituto armado apuntaron ayer que el hombre colaboró en todo momento con los agentes, llevando ese mismo día a sus perros al especialista indicado. El hombre incluso hizo entrega de los once perros de su propiedad a una protectora de animales de la isla para tramitar su adopción.las oportunas medidas que por competencia le corresponden; además en el transcurso de la inspección apareció en el lugar el propietario de los animales, acreditado tanto por su manifestación como por la lectura de los microchips de los animales, a quien se le comunicó que con carácter urgente trasladara a los animales a una clínica veterinaria para su urgente tratamiento, circunstancia que fue posteriormente corroborada por los agentes, ya que el mismo día trasladó a los tres animales a una clínica veterinaria.
A partir de los informes facultativos y las diligencias practicadas por el Seprona se investigó al citado propietario de los animales como supuesto autor de un delito de maltrato animal, en su subtipo de abandono, según el artículo 337 bis del Código Penal, quedando a disposición del correspondiente juzgado en funciones de guardia de Puerto del Rosario.
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