Destrozan el paisaje natural del sur

En un primer caso, se trata de dos torres de piedras o callaos de más de tres metros de altura «construidas a la manera de los Cairns, unos túmulos de roca que los antiguos gaélicos escoceses hacían para señalar los caminos o las lindes, pero que en este lugar están totalmente descontextualizadas», según señalan desde la citada fundación. «Al coger todos esos callaos, lo que se está haciendo es alterar el hábitat de un montón de animales, como arácnidos, insectos, moluscos, reptiles o aves que se alimentan en la zona, además de alterando un paisaje de playa típico de Fuerteventura», según explica a este diario Jaime Coello.

En un segundo caso, se trata de la figura de una cabeza de apariencia antropomorfa esculpida sobre una duna fosilizada. «Alguien tiene un sentido artístico muy equivocado, porque una cosa es hacer una escultura de este tipo en un entorno urbano o en una propiedad privada y otra muy distinta hacerla en un espacio público y de gran valor natural. La escultura, realizada sobre dunas fosilizadas, está dañando tanto el registro fósil como el paisaje natural que se ve adulterado por esa estructura artificial», añade Jaime Coello.

El director de la Fundación Telesforo Bravo Juan Coello entiende que «hay que tomar medidas urgentes», puesto que estos destrozos «están ocurriendo en toda Canarias, no son exclusivos de Fuerteventura, y el nivel de deterioro que está sufriendo el medio natural es muy elevado»; situación que se ve agravada por «el turismo masivo: vienen personas que no tienen los conocimientos suficientes» al respecto.