«El infierno ya está en la tierra»
Hasta que San Miguel no lo remedie hoy y lo capture, el perro maldito anda suelto por Valsequillo. Se liberó anoche en el transcurso de la 31 edición del espectáculo teatral con el que este pueblo recrea esta tradición. Miles de personas esperaron a la medianoche para presenciar cómo el mal se hizo con el poder. «El Infierno en La Tierra ya está desatado».
Gaumet Florido y Valsequillo
Viernes, 29 de septiembre 2017, 15:13
Así terminó anoche, pasadas las 00.30, la Suelta de este año, con un perro maldito fuera de sí que recordó a los entusiastas espectadores que si ese infierno existe es porque la gente ha contribuido a propiciarlo. Fue el colofón a una edición con mensaje cívico: nadie puede tomarse la justicia por su mano. Los ciudadanos lo hicieron y liberaron así al perro y a su furia, que estaban ocultos en el cuerpo de un político. Le abrieron la puerta al mal y, con ello, al meollo de una puesta en escena que desde ese momento entró en fase de rebotallo y regó las calles del entorno de la plaza y el escenario mismo de demonios, brujas, zancudos y jumpers enloquecidos.
A las doce en punto el casco de Valsequillo se quedó a oscuras y, de repente, sobre la plaza, apareció un político que anuncio cancelar la suelta. Dos ciudadanos, indignados, maquinaron capturarlo y lo hicieron en medio del baño de multitudes, desfile incluido, que se dio entre la gente. Querían lincharlo. Cobrarse su venganza. Y al matarlo despertaron a la bestia dormida. No contaban, ni ellos, ni el público, con que el perro maldito estuviera refugiado en el cuerpo del político. San Miguel entró en escena, les reprochó su acción y les advirtió de que habían liberado al mismísimo diablo.
Un aquelarre de brujas montó entonces la carajera en los aledaños de la plaza para dar la bienvenida al perro con más cuernos de los últimos años, un protagonista, encarnado por Libertad Medina, que se movió en zancos –por segunda vez en su historia– entre la muchedumbre. En la Suelta de anoche hubo más protagonismo de la calle que en otras ediciones en las que el peso ha estado en el escenario. En uno de esos desfiles se pudo disfrutar de la voz en directo de una cantante.
Los efectos de luces y de sonido le pusieron el resto a una puesta en escena de la que mucha gente salió con espíritu reflexivo. Les duró poco. La emoción de los impresionantes fuegos artificiales, a cargo, un año más, de Pirotecnia San Miguel, les hizo olvidar las penas. Y luego las orquestas Bachata Tropical y Estrella Latina cerraron la madrugada.
