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Vanessa Delgado
Jueves, 1 de enero 1970
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Empezaremos cortando el puerro en pedazos pequeños y lo rehogaremos en el fondo de un caldero altp, en aceite de oliva.
Mientras el puerro se rehoga, sin dejar que se queme, iremos cortando la papa en cuadros más o menos pequeños, como si fuésemos ha hacer una tortilla.
Una vez el puerro empiece a coger color, incorporaremos la papa cortada, las piñas peladas y bien lavadas y con cuidado de que no tengan hebras y verteremos el agua hasta que cubra las piñas. Las piñas las incorporaremos enteras.
Taparemos y dejaremos a fuego vivo hasta que hierva, una vez rompa el hervor, mantendremos a fuego medio (potencia 6) durante 25 minutos.
Una vez pasado los 25 minutos, retiraremos solamente las piñas, apartaremos el caldero del fuego, y dejaremos el resto dentro del mismo, reservado.
Las piñas las dejaremos fuera, unos 15 o 20 minutos hasta que se atemperen y así no nos quememos las manos al manipularlas. Una vez que ya estén tibias y con ayuda de un cuchillo de punta redonda, iremos desgranando las piñas. Puede parecerles pesado este paso pero no es así, los granos se levantan con bastante facilidad.
Los millos resultantes, los volveremos a meter dentro del caldero con el resto del caldo e incorporaremos también, los 100 ml. de nata.
Volveremos a poner el caldero al fuego, potencia media (5 o 6) durante 5 minutos y removeremos para que se integre muy bien la nata con el resto de los ingredientes.
Una vez lo tengamos todo bien ligado, así mismo en caliente, pasamos todo por la batidora de mano hasta que todo esté perfectamente batido y sin ningún tropezón.
Y ya por último y dado que la cáscara del millo es difícil de triturar, pasaremos toda la crema por un colador de malla fino y así nos garantizaremos que no quede ningún resto incómodo a la hora de tomarla.
Y ya estará lista, si les gusta el millo, no les quepa duda que aquí tienen una crema diferente a las que solemos tomar, si además son de los que les gusta aportar texturas a las cremas, a esta en concreto le va muy bien unos coscorrones de pan frito o bizcochado que colocaremos por encima justos antes de tomarla.
El millo es un alimento muy completo ya que contiene principalmente hidratos de carbono pero también es muy rico en vitaminas, fibra y sales minerales. Las principales vitaminas que nos aporta son A, B y C y sales minerales como el potasio, el calcio y el fósforo. Es un alimento que apenas contiene grasas y, aparte de todo esto, el millo contribuye al buen funcionamiento de nuestro metabolismo, por lo que resulta ideal para combatir enfermedades como la hipertensión o la diabetes.
Cuatro piñas de millo.
Un puerro.
Una papa grande o dos medianas.
Aceite de oliva.
Sal y pimienta negra.
Agua.
100 ml. de nata para cocinar o de queso freso o queso tierno (yo utilicé nata esta vez).
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