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Agoney Hernández, un canto a la libertad

Agoney Hernández, un canto a la libertad

Siete meses después de salir de Operación Triunfo, el cantante tinerfeño lanza su primer sencillo, Quizás. Un primer paso vital en su carrera. La música ha marcado su vida desde que empezó con seis años sus estudios de trompeta en su Adeje natal.

Jueves, 1 de enero 1970

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A sus 22 años, el artista tinerfeño, ex concursante de Operación Triunfo 2017, lanza Quizás, su primer sencillo de manos de Universal Music con uno de los videoclips más comentados del momento. Agoney da así sus primeros pasos profesionales en el mundo de la música, uno de sus sueños. El lanzamiento de este primer trabajo, y de la gira de promoción del mismo, se enlazará con el arranque el próximo 11 de octubre de su gira de conciertos en el municipio tinerfeño de Adeje que le llevará por varias ciudades de España como Madrid, Valencia, Barcelona o Zaragoza, entre otras. El joven se sincera y habla de sus sensaciones en su primer aventura musical en serio.

El videoclip de alcanzó más de un millón de reproducciones en Youtube en menos de 24 horas, ¿cómo te sientes?

Me siento feliz de la acogida que está teniendo. Nunca me imaginé tanta revolución con algo que yo pudiese publicar. Es muy divertido porque ha causado mucha intriga el single y el vídeo, la gente me ha preguntado mucho qué significa, el porqué de ese vídeo, de los colores, del baile, ha sido muy divertido todo.

¿Qué supone personalmente este tema? ¿Hasta qué punto tiene algo de ti?

La canción era para mi. Llevaba mucho tiempo con algo dentro, soy una persona tímida, de pequeño lo era aún más, tenía mis miedos y a veces me daba pena decir las cosas que pensaba. Esta canción es como un arma que uso para decir esas cosas que siempre he querido decir y que no me atrevía.

¿Qué valoración haces del videoclip?

Me senté en las oficinas de Universal y les dije que quería bailar en el vídeo, me propusieron hacer un poco de vogue, se lo había visto a Madonna y no sabía muy bien de dónde venía ese tipo de baile. Me puse a investigar un poco. Nos entendimos muy bien y salió algo muy bonito como ha sido Quizás.

Sinceramente, ¿te esperabas la repercusión que ha tenido?

No me esperaba la recupercusión que ha tenido, de ningún modo. Todo el mundo me decía que sí que lo tenía previsto, pero en absoluto. Soy uno de los que menos seguidores tiene en redes sociales y pensé que estaría conectado con la repercusión pero no guarda relación. Estoy muy contento de que la gente escuche música, la gente está yendo a ver música en directo que es muy importante. Les doy las gracias a todos.

Es todo un canto a la libertad...

Es un canto a mi propia libertad, dirigida a esas personas que me apartaron de su vida porque les iba a ir mejor sin mi, ahora les puedo cantar: dime qué se siente al verme volar. Es un poco con mala leche el tema. Es directo. Me lo paso muy bien cantándola y me siento muy seguro cuando lo hago, que es muy importante. Quizás es un canto a la libertad, es un poco liberador. Me he liberado de ese lastre que me ha perseguido durante mucho tiempo y ya solté mi mala leche, el veneno en Quizás (risas) y ahora toca seguir haciendo cosas bonitas.

¿Qué pensaste la primera vez que escuchaste este primer sencillo?

La primera vez que la escuché fue en inglés y tuve claro que era un tema para mí. De hecho Bruno Valverde, que es uno de los compositores y productor, me dijo que solo la podía cantar yo. Parecía que la habían hecho para mí, luego me llegó la letra en español y fue cuando me puse a llorar en casa porque me vi reflejado. Parece que me estuvo mirando con una cámara, había seguido toda mi vida y había escrito la letra basándose en lo que hay dentro de mi cabeza. Eso es precioso. Al fin y al cabo me da igual cantar una canción compuesta por mi o compuesta por otro artista siempre y cuando el mensaje me represente. En este caso me representa mucho.

La canción habla de volar, ¿qué se siente al volar profesionalmente? ¿Vértigo?

Si estoy volando, profesional y literalmente porque todos los días estoy en algún vuelo. Vértigo no tengo porque tengo la posibilidad de que cada vez que cuento con uno o dos días libres en mis tareas profesionales vuelvo a casa, y volver me pone siempre los pies en la tierra, respiro y estoy con mi familia y amigos. Al fin y al cabo, mi vida no ha cambiado nada. Cada vez que estoy en casa todo sigue exactamente igual que antes y eso es lo importante.

También hablas de perder el control, ¿qué te hace perderlo?

Pierdo el control muchas veces. Más de las que debería, para bien o para mal. Cuando a veces estoy en momentos malos hay ciertos niveles en los que ni uno mismo sabe quién es. La vida a veces nos pone a prueba y en tesituras muy complicadas. Me he visto en situaciones en las que yo mismo no me he reconocido, es cuando me doy cuenta de que pierdo el control y llega un punto en el que me da igual, para bien o para mal. Para volver a tomar las riendas necesito mi momento de soledad, una buena ducha y vuelvo a la tranquilidad. De hecho, es lo que hago después de cada concierto. Tras la euforia, donde a veces pierdo el control y lo entrego todo, lo que hago es llegar al hotel, pegarme una ducha y tumbarme, nada de salir de fiesta ni de locuras. Necesito esa tranquilidad.

¿Qué fue lo más complicado del vídeo?

Lo más complicado fue la grabación. Hub eron muchos contratiempos, como que no había un secador de pelo. Un set de rodaje donde mi cara va a ser el primer plano del vídeo y no hay un secador para peinarme era complicado (risas). Para la coreografía solo tuve una hora para aprenderla. Llegar y directamente hacerla con ese estilo musical que no había bailando con anterioridad era bastante complicado. El set de rodaje era chiquitito aunque parezca que no, las luces hacen mucho y dan juego. Fue complicado. Estuvimos 10 horas para grabar el vídeo, que se grabó en el mismo lugar, con el mismo escenario y tres cambios de vestuario. Hubo mucho curro. Sobre la marcha me iban ajustando la ropa porque me quedaba un poco grande, pero salió muy bien.

¿Cómo sienta vivir tu sueño?

Era y es mi sueño. Ahora se ha convertido en mi objetivo y he cambiado. He sustituido sueños por objetivos porque al fin y al cabo los sueños se quedan en la cama. Los objetivos son por lo que te levantas de la cama, por lo que luchas y trabajas día a día para ir a por ellos. Tengo muchas metas en la vida, la próxima es seguir publicando música, da igual el formato, ya veremos qué hacemos.

¿Qué próximos pasos vas a dar?

Con Quizás llevo mucho tiempo, el público lleva un par de semanas disfrutándola, pero yo más de un mes escuchándola. En mi cabeza rondan muchas ideas, estoy pensado en varias cositas y escuchando temas. Hay cosas sobre la mesa, y ahí lo dejo.

¿Cómo esta siendo este viaje?

Es muy agradable porque al fin y al cabo Operación Triunfo me ha dado la ventaja de no caminar solo, cualquier otro artista da sus primeros pasos en soledad, yo lo hago con miles de personas a mi espalda. Estamos caminando juntos y eso es precioso. Por mucho que me equivoque hay muchas personas detrás de mi aguantándome, que me envían muchos mensajes de cariño y palabras de aliento.

¿Qué te inspira?

La verdad, sentarme en un piano sin saber ni esperar nada y dejarme llevar. A veces pongo el móvil a grabar y me dan canciones de 8 minutos, tengo que ordenar un poco las ideas para que eso encaje. Pero no me siento nunca a componer de un tema o de otro, siempre desde la verdad, desde las cosas que pasan por mi cabeza, que a veces son absurdas pero es mi verdad. Eso no hay nadie que me lo pueda cambiar. Ojalá tenga un futuro. Ojalá me pueda dedicar mucho tiempo a esto y ser feliz.

¿Cuál crees que es tu clave?

Acabo de empezar y tengo una energía abismal. Tengo mucha paciencia también y eso me está ayudando mucho. He visto a personas que son bastante impacientes, muy nerviosas a la hora de trabajar y no soportan la presión. Es un trabajo en el que tienes que estar mucho tiempo solo o mucho tiempo sin hacer nada de repente, son cambios muy bruscos. Si no tienes una mente tranquila o no sabes cómo calmarla se te hace difícil.

¿Con qué momento del año te quedarías?

Qué difícil. Es muy complicado recordar y elegir un único momento. Ha sido un año tan intenso que creo que he tenido lo mejor y lo peor de mi vida. El año pasado pensaba que este año al ser 2018, el 8 es mi número preferido, me pasaría algo bonito y mira. Estoy sentado dando una entrevista porque he publicado mi primer single, es imposible elegir un único momento. Creo que el mejor momento del último año es exactamente ahora mismo.

¿Cómo te gustaría verte en 10 años?

Me encantaría verme con muchos trabajos a mi espalda y seguir cantando, creando y haciendo conciertos. No hay nada que me haga más feliz que viajar para cantar, se juntan mis dos cosas favoritas. Y si es con gente tan bonita que se emociona conmigo, que me esperan en el hotel para darme un abrazo, mejor. Ojalá siga así, que la gente se siga emocionando con lo que hago sobre el escenario.

El viaje iniciático de ‘OT 2017’

A punto de cumplirse un año del arranque de Operación Triunfo, todo un éxito de audiencia, Televisión Española acaba de estrenar una nueva edición del formato musical.

Agoney repasa su paso por la Academia, de la que salió en la semifinal siendo el último concursante en abandonar el programa antes de encarar su fase final.

¿Qué balance haces de tus tres meses en la Academia de Operación Triunfo?

OT nos dejó tocados a todos. En el grupo que tenemos de Whatsapp hay fotos de la Academia ahora toda empaquetada para los nuevos concursantes y no podía parar de llorar. Es un como el síndrome de Estocolmo. Fueron tres meses, en mi caso al menos, encerrado, sin noticias del exterior y ya no sabía diferenciar entre la vida real y lo que era el concurso. Cada vez que se iba una persona del concurso, era como si falleciese, parecía que no nos íbamos a volver a ver jamás, un drama. Se hacía muy complicado. Se magnifica todo a unos niveles que nadie se puede imaginar, además no tienes ningún estímulo del exterior. Le das mil vueltas al mismo tema todo el día. Menos mal que no nos daban noticias del exterior o que no podíamos leer un periódico, si no lo habríamos pasado mal. Fue una experiencia increíble que ojalá pudiese repetir. Es como un viaje iniciático.

¿Qué consejo le darías a los nuevos concursantes de Operación Triunfo?

Les diría que no escuchen ningún consejo (risas) que sean ellos mismos, que cada uno haga lo que siente porque si van con una idea premeditada y te dan muchos consejos de qué hacer y que no hacer terminas siendo una especie de robot y no se puede vivir así cada uno tiene que hacer lo que siente.

¿Qué papel juegan las redes sociales?

Tiene una doble cara. Todavía estoy aprendiendo y tengo mucho que aprender. En realidad hace poco que salí de la Academia, siete meses, y no sabía utilizar Twitter y hoy en día soy bastante profesional (risas). Es verdad que recibimos muchas críticas, todo el mundo. Se mira con lupa cada palabra que digo y si pueden darle la vuelta se la dan. Intento tener paciencia y la mente fría. No hay ningún día que me levante y no haya una polémica conmigo, estoy aprendiendo a canalizar todo eso y a pasar.

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