La Zona Especial Canaria comienza a despegar en el ámbito de la industria tecnológica de la salud
Se calcula que el sector de las tecnologías médicas factura en torno a 20 millones de euros al año, y se ha diseñado una estrategia para apoyarlas
En los últimos años Canarias ha atraído a empresas de diferentes ámbitos gracias a sus incentivos fiscales, y uno de los sectores que puede dar alegrías al territorio es la salud. Según los datos estimados que aporta la Zona Especial Canaria (ZEC), la industria de tecnologías médicas en las islas factura en torno a 20 millones de euros al año, y se han desarrollado proyectos por unos 18 millones de euros. Todo ello se traduce en la generación de un centenar de «empleos de alta calidad, estables, bien remunerados y de muy alto valor añadido», según remarca el presidente de la ZEC, Pablo Hernández.
Se trata de un sector que tiene menos de dos años de implantación en las islas, pero que ya ha generado expectativas. De momento, son cinco las entidades integradas en la ZEC. Además, existen otras empresas dedicadas al I+D que, aunque no forman parte de la Zona Especial Canaria, también operan en el sector de los 'medical devices' en el archipiélago. Debido a la irrupción de estas compañías en el mercado, por primera vez se ha planteado —junto a Proexca, el Gobierno de Canarias y el clúster— una estrategia de apoyo y crecimiento para la industria.
Por este motivo, en noviembre de este año, bajo el paraguas de la marca 'Canarias Health Tech' cuatro empresas participaron en Medica, la feria de referencia mundial para el sector médico y sanitario que se celebra en la ciudad alemana de Düsseldorf.
Una de ellas fue la empresa Diagnóstica, que se encarga de desarrollar un software que se integra en dispositivos médicos y permite que un profesional, cuando hace una videoconsulta clínica, pueda hacer estudios de manera remota en vivo, aunque esté lejos. Así lo explica Roberto Carlos Rey, CEO de la entidad. A nivel global cuentan con 36 empleados, y esperan llegar a seis en las islas, ya que ahora son tres.
Lo que se consigue con este software es «ampliar el alcance de la videoconsulta», y lo ejemplifica de la siguiente forma:«Si por ejemplo una persona tiene un problema cardíaco, nosotros tenemos integrado un electrocardiógrafo, un estetoscopio y un ecógrafo. De esta forma, el médico puede ver el corazón del paciente, puede hacer una electrocardiografía y puede escuchar los latidos con el estetoscopio». En la actualidad, Diagnóstica tiene fuerte presencia en Latinoamérica, y busca ampliar horizontes en Europa, principalmente en España. Además, también quiere contar con presencia en África con proyectos ya en desarrollo en Mauritania, Gambia y Costa de Marfil.
Es en Mauritania donde la empresa está conectando clínicas privadas con centros como el Hospital San Roque en Las Palmas de Gran Canaria, lo que permite atender a pacientes mauritanos sin que se tengan que trasladar a Gran Canaria. En Tenerife la empresa quiere instalar una fábrica. Ahora mismo están intentando cerrar la financiación para comenzar con los trabajos en el primer trimestre de 2026.
Otras de las empresas del sector 'medical devices' en las islas es la 'startup' isleña Rethink Medical. Su CEO, Manuel Luque, enfermero, decidió hace once años comenzar con este proyecto, que ha desarrollado un catéter urinario, basado en las experiencias de los profesionales sanitarios, que permite «reducir las infecciones, aumentar la calidad de vida de los pacientes y mejorar la eficiencia del trabajo en el hospital». Según explica Luque, ahora mismo se encuentran en la fase de lanzamiento del producto al mercado, que llegará en 2026.
Para el CEO de la empresa, uno de los principales retos para entidades de estas características es la financiación. «Es muy importante que los inversores asuman riesgo, ya que hay mecanismos que, si salen bien, tienen un alto beneficio, no solo económico, sino para la sociedad», reflexiona Luque.
A ello se añade la dificultad para encontrar perfiles profesionales que cumplan con los requisitos para trabajar en el sector. Aunque destaca que es «complejo», puesto que todavía es un nicho «muy específico», apunta a la necesidad de que el ecosistema se desarrolle en las islas para «no tener que buscar talento fuera y que sea más sencillo encontrar a esta mano de obra».