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El vicepresidente y consejero de Hacienda, Presupuestos y Asuntos Europeos pone en valor la respuesta pública ante una crisis sin precedentes. COBER SERVICIOS AUDIOVISUALES

«Con la vacuna, el 2022 será un año de intensa recuperación»

entrevista al vicepresidente del gobierno de canarias ·

El también consejero de Hacienda, Presupuestos y Asuntos Europeos hace balance de un año 2020 de crisis sin precedentes por la pandemiaRomán Rodríguez. Vicepresidente del Gobierno

Francisco Suárez Álamo

Las Palmas de Gran Canaria

Domingo, 10 de enero 2021, 00:00

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-¿Hay razones para ser medianamente optimista en este 2021?

-Creo que sí. El 2020 fue un año terrible por la pandemia, su impacto en la salud y sus consecuencias en la economía, que no han tenido precedentes. Pero en 2020 ha habido elementos positivos: primero, que el presupuesto comunitario, el español y el canario se pusieron al servicio de esta crisis sanitaria, económica y social. El otro elemento positivo es la aparición de la vacuna, que es el instrumento para vencer al virus. Ha sido muy útil la conciencia ciudadana, con el uso de mascarillas, las medidas de distancia social, extremar la higiene... pero la gran tarea para acabar con el virus está en la vacuna. Con la vacuna, el 2022 será un año de intensa recuperación y en 2023 habremos recuperado el nivel de 2019.

LAS FRASES: INMIGRACIÓN«No vamos a aceptar la tesis de que este problema lo gestionan las regiones fronterizas» NACIONALISTAS «En la dirección de CC hay un prejuicio: son alérgicos a un Gobierno progresista» RECURSOS «Necesitamos simplificación normativa y más medios humanos para gestionar» MADRID Y EL HECHO INSULAR «La idea de que el Régimen Económico y Fiscal es un privilegio es parte de la lógica de la meseta»

-En momentos de crisis se ven las fortalezas y debilidades personales. ¿Con los pactos, como el regional, ocurre lo mismo?

-Creo que sí. Un Gobierno a cuatro, como el canario, o dos, como el del Estado, se suponía que eran formulaciones políticas más complicadas para abordar un problema de salud como el actual, y nunca tuvimos un daño económico como el que hemos tenido. Y debo decir que tanto el Gobierno de España, con sus déficits de funcionamiento, como el de Canarias, hemos estado a la altura. Se ha impuesto la responsabilidad y el interés general; el cortoplacismo se lo dejamos a la oposición, con sus escarceos demagógicos y simplificadores. Es cierto que ha habido momentos en que parecía que la realidad nos sobrepasaba pero las respuestas que hemos articulado ponen en valor la estabilidad del Gobierno. Además, ya hemos superado nuestra segunda ley de presupuestos, de manera que los especuladores, los tremendistas, los que les gusta pescar en río revuelto, están orillados. Estoy razonablemente satisfecho con el trabajo, la coordinación y las respuestas que hemos dado. El Gobierno ha estado firme y los datos de Canarias, aunque no hay que bajar la guardia y nos preocupa el repunte de las últimas semanas, son mejores que la media.

-¿Ha habido que dar toques de atención a los ayuntamientos para que se tomasen en serio la vigilancia para hacer cumplir las normas?

-Hemos tenido que promover reuniones de las juntas de seguridad para coordinar el trabajo porque no había precedentes de una crisis de estas dimensiones. Pero también desde el primer momento celebramos reuniones con Fecam, Fecai y agentes políticos, económicos y sociales. Hemos acunulado 120 reuniones de coordinación en estos meses.

-¿El Estado autonómico es una garantía para un problema global como este o es un lastre?

-Depende de cómo se articulen las respuestas. Ahí tenemos al Estado alemán, con una respuesta brillante en la primera fase pero ahora se han descontrolado los contagios. Hay estados desconcentrados, como el norteamericano, que han sido un desastre, y hay estados centralizados, como Italia, que empezó muy mal, luego muy bien y después mal. No creo que se pueda afirmar con datos objetivos que el modelo de organización de un Estado determine los resultados de gestión de esta crisis de salud pública. En España el modelo de descentralización es esencialmente positivo; ahora bien, una costa es gestionar la asistencia sanitaria y otra gestionar la salud pública.

-Pero este Gobierno central ha entendido en esta crisis el hecho insular y la lejanía. Se lo pregunto pensando, por ejemplo, en el conflicto de las PCR o el test de antígenos a los turistas.

-No, no. Sigo sosteniendo que existe una percepción más rigurosa y respetuosa de nuestras singularidades en las instituciones europeas que en las españolas. Es algo que nos obliga a estar de guardia siempre. No importa quién mande en Madrid: entender nuestras singularidades le cuesta mucho a la derecha a la izquierda en Madrid. Tuvimos muchos problemas con el decreto ley sobre el acceso a los hoteles, con las pruebas a exigir a los turistas, pero también con la prórroga de un año en la materialización de la Reserva para Inversiones... Solo nos atienden cuando somos capaces de presionar con argumentos y negociar. Por ejemplo, el presupuesto estatal, sin la intervención de NC, no tendría hoy una inversión por encima de la media, con todos los programas del REF financiados, y no estaría encauzado el contencioso del dinero en carreteras.

-¿Con quién le ha sido más fácil entenderse en la negociación presupuestaria, con una ministra del PSOE o con uno del PP?

-Las condiciones eran distintas. Con el PP éramos determinantes porque la mayoría pasaba por el voto de Pedro Quevedo.

-¿Pero con la RIC, por qué hubo que esperar al último minuto?

- ¡Porque no lo ven!, porque no lo entienden, porque tienen dificultades para interpretar nuestro REF. Pero no hablo solo de los políticos, sino del staff que toma decisiones en las administraciones públicas del estatal. La idea de que el REF es un privilegio es parte de la lógica mesetaria.

-Entonces estamos condenados a seguir exigiendo...

-Por supuesto. Peleando. Y así conseguimos cosas, como hemos logrado que Canarias quede bien en el presupuesto comunitario del periodo 2021-27, que no era fácil con un país contribuyente menos, como es el Reino Unido. En el caso de los presupuestos estatales, eso mismo se ha logrado por la presión al Gobierno de España desde el Gobierno canario y también de los partidos, especialmente Nueva Canarias, porque para nosotros, mande el PP o mande el PSOE, allí estamos para defender a esta tierra. No se nos cayeron los anillos en su día por apoyar un presupuesto del PP habiendo ido en la lista electoral con el PSOE, y eso que el PSOE no lo entendió, y después apoyamos la investidura de Sánchez y ahora los presupuestos porque entendemos que es bueno para Canarias. Otros se comportan en función del interés partidista e ideológico de turno.

-En esa relación entre Canarias y el Estado, en 2020 sobresalió también la crisis migratoria. ¿Es en ese punto donde más veces ha tenido que dar un puñetazo en la mesa?

-Los temas sanitarios, migratorios y presupuestarios han generado tensiones entre el Gobierno canario y el central, y entre NC y el Gobierno central. Así como lo sanitario y lo presupuestario y económico están razonablemente encauzados, yo sostengo que lo migratorio no lo está.

-¿Ha faltado en ese asunto un mando único?

-Ha faltado coordinación y gestión, pero también entender que somos frontera sur de España y de la Unión Europea, y que estamos junto a un continente donde hay más de mil millones de personas y donde al menos unos 30 millones de personas no tienen objetivo en la vida que emigrar. Vamos a ser frontera migratoria siempre, y eso obliga al Gobierno central y a las instituciones comunitarias a tomar decisiones. De lo contrario, aquí va a haber problema. No vamos a aceptar la tesis que sobrevuela en Europa y Madrid de que este problema lo gestionan las regiones fronterizas. Y tampoco vamos a aceptar que Canarias se convierta en una cárcel porque no se regule de modo sistemático las derivaciones al continente europeo.

-¿Cómo se le quedó el cuerpo a un nacionalista viendo que en el debate presupuestario NC y CC tomaron posiciones diferentes?

-Hay que tomar nota de las posiciones y las actuaciones de cada uno. Nos sentamos juntos a negociar y ese proceso iba por buen camino, pero CC se levantó de la mesa porque decía que el interlocutor no era del nivel que ellos consideran. A nosotros lo que nos importaba era el resultado a conseguir, y así se vio después.

-¿Por qué se levantó CC?

-Creo que porque hay un prejuicio ideológico en la dirección de CC: son alérgicos a un Gobierno progresista.

-¿Tendrá consecuencias en el futuro?

-Ya veremos. Nosotros estamos en política para defender el interés de nuestra gente, seguir avanzando en la cogobernanza del REF, nuestro Estatuto, nuestras singularidades... Siempre que eso se dé, estaremos abiertos al entendimiento con otros. Ellos tienen más dificultades para explicar porque sí hacían una cosa cuando estaba el PP y otra cuando está la izquierda. Los discursos de CC allí se acercan muchas veces más a las derechas que a los de un partido nacionalista al uso.

-El presupuesto que usted llevó al Gobierno y que salió adelante en el Parlamento se empezó a elaborar cuando dábamos por hecho que estas fechas tendríamos ya algo de turismo extranjero. Viendo la situación, ¿es papel mojado ese presupuesto?

-Hemos hecho el presupuesto más prudente, responsable y con más luz larga que otras comunidades. Y no estamos en peor situación financiera que el resto. Somos capaces de aumentar el gasto en 407 millones sin subir impuestos ni elevar la deuda. Es casi la cuadratura del círculo, pero no es otra cosa que aprovechar las oportunidades que da la suspensión de las reglas fiscales y reclamar y pelear por los recursos que nos corresponden. El presupuesto se va a cumplir y, además, ya hemos garantizado incorporar 504 millones del Programa React y 243 de fondos para rehabilitación de vivienda y transición ecológica. ¿Por qué no estoy preocupado por una merma de ingresos? Porque la dependencia de ese presupuesto de los ingresos fiscales está bien aquilatada y lo sustancial son transferencias europeas y estatales.

-¿Y la maquinaria autonómica está engrasada para ejecutar en tiempo y forma ese dinero?

-El sector público europeo y español no están en condiciones de manejar los recursos que se han puesto en la mesa en los tiempos programados.

-¿Por falta de medios o por la normativa, que lo ralentiza todo?

-Por las dos cosas. Por no tener procedimientos ágiles y porque se ha descapitalizado de personal la administración pública. Esto pasa en Francia, en Murcia, en Madrid y en Asturias... y como eso no es un consuelo, ya estamos tomando medidas para resolverlo. El año 2020 estimamos terminarlo con una ejecución por encima del 95%. Pero es evidente que necesitamos simplificación normativa y más medios humanos.

-¿Qué va a hacer su partido con la crisis política en el Cabildo de Fuerteventura, con sus efectos colaterales en el Parlamento?

-Esperar. Ni provocamos esta crisis ni está en nuestras manos la solución. Nuestra representación allí está al servicio de la estabilidad institucional y de Fuerteventura. Y son otros los que tienen que explicar los cambios pretendidos, que son legítimos, como lo fueron para constituir la actual mayoría progresista.

«Busco financiación para un plan de ayudas directas a empresas»

Rodríguez en un momento de la entrevista.

El vicepresidente del Gobierno pone en valor la «apuesta y la fortaleza de lo público» para hacer frente a los estragos de la crisis sanitaria, económica y social en Canarias. En ese punto de la conversación , Román Rodríguez tira mano de la memoria y de algunas anotaciones y cifra en unos 646 millones de euros la inyección de dinero adicional al servicio de las consejerías de Sanidad y Educación para hacer frente a las necesidades por la pandemia. En el área sanitaria, cifra en 4.400 las contrataciones en Sanidad y más de 3.000 en Educación para garantizar que se pudiese dar clase cumpliendo con la distancia social y añade un dato comparativo: «En Madrid son 1.117 profesores en Educación para garantizar las clases presenciales, y no les garantizan la continuidad todo el curso. Y en población somos un tercio de Madrid». En el inventario, Román Rodríguez añade unos 40 millones adicionales en el área económica, para ayudar a la reactivación del tejido productivo ; 73 millones en las áreas sociales (Vivienda, Derechos Sociales y transporte público) ; el aplazamiento del pago de impuestos por casi 700 millones de euros . Y el periodo medio de pago a proveedores está en 16 días, frente a una normativa que lo fija en 30 días. En materia social, esta «apuesta de lo público», Román Rodríguez menciona el esfuerzo estatal, que permite acabar el año 2020 con 7.000 unidades familiares que cuentan con el ingreso mínimo vital, a lo que se unen las ayudas canarias por la prestación canaria de inserción y la puesta en marcha de la renta de ciudadanía.

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