Torres: «No hay mordidas, no hay pisos en Atocha, no hay mujeres explotadas sexualmente, no hay nada»
El ministro y expresidente de Canarias niega que haya «nada delictivo» en los informes de la UCO y anuncia que demandará a Aldama «por atentar contra su imagen pública» | Exige disculpas al PP dar pábulo a las «mentiras» del empresario, que dijo que le sufragó estancias en pisos con prostitutas cuando era presidente de Canarias
El ministro de Política Territorial y expresidente de Canarias, Ángel Víctor Torres, ha negado este martes que haya «nada» en los informes de la UCO que lo acusen de ninguna actuación delictiva y ha denunciado el «ataque difamatorio» sufrido durante los meses en los que se ha hablado del informe, que salió a la luz este lunes, y en el que se recogen conversaciones entre Torres y Víctor de Aldama, considerado el comisionista de la trama corrupta de las mascarillas.
«No hay mordidas, no hay pisos en Atocha, no hay mujeres explotadas sexualmente, no hay nada», comenzó su comparecencia Torres en una rueda de prensa desde la sede del Ministerio de Política Territorial y Memoria Democrática, después de que la Guardia Civil señalara en el informe que el ahora ministro reclamó «pagos pendientes» cuando era presidente de Canarias para la empresa Soluciones de Gestión, a la que se le habrían adjudicado irregularmente contratos de mascarillas.
El ministro ha señalado que «a diferencia de otros informes de la UCO, no hay ninguna petición al juez para que investigue una actuación delictiva», por lo que ha exigido al PP que le pida «disculpas» y anunció su intención de denunciar a Víctor de Aldama por intromisión en el honor e intimidad personal y familiar y daños en su propia imagen.
«Volvería a tomar las mismas decisiones»
Durante su intervención, el ministro defendió su gestión durante la pandemia como presidente del Gobierno de Canarias y reivindicó medidas que, según él, «salvaron vidas y la economía» del archipiélago.
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«La idea era hacer test de antígenos y no PCR para salvar el turismo, motor de nuestra comunidad. No obtuvimos respuesta del Gobierno central y tuvimos que crear un real decreto aprobado por todos los partidos canarios. Volvería a hacerlo, porque salvó vidas y la economía de las islas cuyo motor principal es el turismo», subrayó.
También quiso dejar claro que su relación con Koldo García fue «estrictamente laboral» y que así se recoge en el informe de la Guardia Civil: «El informe demuestra lo que he repetido durante meses: mi relación con Koldo fue de trabajo, nada más. Estoy feliz con la publicación porque da luz y confirma que no hay nada ilegal».
Dardos políticos y defensa personal
Torres no eludió los reproches políticos y dirigió un mensaje al actual presidente canario, Fernando Clavijo, a quien reprochó sus declaraciones recientes. «Cuando él fue imputado, le felicité cuando se archivó su causa. Hoy esperaba el mismo respeto, porque él sabe el dolor que dejan estas cosas en el ámbito familiar», dijo.
En otro momento, el ministro acusó directamente a la portavoz del PP, Cuca Gamarra, de «haber traspasado límites éticos» al aludir a él como «el Rudolf de las mordidas». «Deberían disculparse. Se han excedido límites que no son propios de la política», afirmó.
«No hay nada que me incrimine»
Torres cerró su comparecencia insistiendo en que el informe de la UCO «no contiene ni una sola página» que lo incrimine. «No hay delito en la compra de mascarillas. ¿Dónde hay una página que me incrimine? Ya le digo yo que no la hay», respondió a los periodistas.
El ministro concluyó con un mensaje de satisfacción personal y política: «Estoy feliz de que haya salido este informe. Hemos sufrido una persecución política durante un año y medio, pero por fin se arroja luz. Vuelvo a repetirlo: no hay nada en mi contra».
Las claves del informe UCO
El documento de la UCO, de cientos de páginas, analiza la trama de las contrataciones y los pagos de la conocida como 'trama Koldo' y el 'caso mascarillas', en la que figuras como Koldo García, Víctor de Aldama y el ex-secretario de Organización del PSOE Santos Cerdán aparecen implicadas. En el caso de Canarias, el informe recoge que la empresa de Aldama mantuvo contratos durante la pandemia y que Koldo García presionó para que el Gobierno canario abonara 7,8 millones de euros pendientes.
Sin embargo, el ministro Torres alude a que el informe de la UCO no tiene «pruebas del supuesto cobro de mordidas» que Aldama atribuía expresamente a Torres. Esta carencia de indicios criminales explicita que, aunque se documentan contactos y presiones, no se aprecia una petición al juez para investigar a Torres o a su Gobierno en Canarias durante la época de la pandemia.
El cierre de la comparecencia deja a Torres en un punto intermedio: políticamente aliviado, pero todavía bajo la sombra de un informe que, sin incriminarlo, sí describe gestiones que lo acercan a la trama. Su estrategia pasa por judicializar la defensa de su honor y reforzar su papel de gestor honesto durante la crisis sanitaria. El futuro del caso Koldo -y las derivaciones que puedan surgir del sumario- determinarán si esta comparecencia marca el fin de la polémica o el inicio de una nueva fase del desgaste político.
