Pérez defiende que parte del sueldo de los funcionarios sea por productividad

Pérez compareció esta semana en el pleno del Parlamento a petición de la Agrupación Socialista Gomera (ASG), que requirió su parecer respecto a las necesidades de afrontar «mejoras normativas en la función pública que permitan premiar la productividad y tipificar el absentismo laboral».

Al respecto, el diputado gomero Jesús Ramos hizo hincapié en que, mientras el acceso a un empleo público se obtiene por méritos y capacidad, después no se evalúan estas funciones.

El consejero reconoció que se trata de un debate «delicado y difícil» aunque crucial para contar con una administración «eficaz y bien retribuida».

En este sentido, aseguró que generalizar la retribución en función de la productividad es un propósito del Gobierno que no se ha podido desarrollar «al ritmo adecuado, ya sea por incapacidad o por la dificultad del asunto».

Insistió en que es un objetivo que pretende su departamento: «que todos los empleados públicos reciban una parte de sus retribuciones en función de su eficiencia y aportación al servicio público».

Entre las dificultades para conseguir esta fórmula, el consejero citó que no existen criterios objetivos para medir la productividad, además de que «la inercia dificulta su construcción».

Esta evaluación, añadió, obligaría a los jefes a opinar sobre sus subordinados y «decir quien trabaja y quien no», un extremo que genera «mucha resistencia aunque no es imposible», ya que se lleva a cabo en el Servicio de Salud (SCS), la Agencia Tributaria o la Abogacía del Estado, dijo.

Lo paradójico es que cada año se establecen normas en este sentido y se perfeccionan las existentes «pero seguimos sin aplicarlas», explicó Julio Pérez, que igualmente apostó por regular la carrera profesional, de manera que «premie a quien quiera progresar» y se establezca una dirección por objetivos para que todas las consejerías tengan un sistema de indicadores.

El consejero quiso separar el debate de la productividad del absentismo y aunque indicó que el Gobierno tiene datos sobre este asunto «no puede establecer una policía de manera sistemática» para controlar la asistencia de los trabajadores.

En cuanto a las bajas médicas, señaló que «no son estridentes» y tampoco son superiores en el sector público frente al privado.

Sí se refirió a lo que denominó «secuelas de la pandemia» para apuntar que la «invitación desordenada y mal regulada del teletrabajo» ha extendido la percepción de que los empleados públicos pueden quedarse a trabajar en casa «por un fenómeno meteorológico adverso, un repunte de la pandemia o porque se cierran los colegios, algo que no ocurre en un supermercado o una gasolinera».

Insistió Pérez en que «el remedio del absentismo no es el presentismo e insistió en que « no se trata de que estén todos, sino evaluar el desempeño, para lo que es imprescindible establecer la dirección por objetivos.