«Necesitamos reconstruirnos de manera ágil y rápida»
Noelia Vera ·
La número tres en la lista que encabeza Ione Belarra dibuja el nuevo escenario de Podemos: más feminista, coral y descentralizadoTras la marcha de Pablo Iglesias, Podemos experimenta una transición con el fin de avanzar hacia su reconstrucción para fortalecerse internamente de cara a nuevos ciclos electorales.
- Este fin de semana se celebra la cuarta Asamblea Ciudadana para elegir la secretaría general del partido. Un proceso que se cierra en apenas cinco semanas y que ha despertado muchas críticas. ¿Cree que habría sido mejor dar más tiempo a las bases de la formación para el debate?
- Puedo llegar a entender todo tipo de opiniones porque son libres, pero también creo que es un momento en el que necesitamos mucha certidumbre, también porque formamos parte del Gobierno. Estamos en un proceso que desliga cierto sabor agridulce porque, por un lado, tenemos la pena de que la marcha de Pablo Iglesias y, por otro, estamos en un momento propicio para la reconstrucción. En siete años hemos conseguido muchos éxitos pero también hemos perdido plumas por el camino y creo que tenemos un momento importante para repensarnos y poner en el centro cuestiones que han estado en Podemos desde el principio pero en otro nivel de atención. Necesitábamos reconstruirnos de manera rápida, ágil y dándole cierta solvencia a nuestras responsabilidades actuales.
- ¿Qué respuesta da a la denuncia de «irregularidades» que señala Fernando Barredo sobre el proceso de primarias?
- No tengo nada que decir a unas críticas que no tienen ningún peso.
- La nueva estrategia de reconversión del partido tiene una apuesta muy clara: mujeres, jóvenes, vinculada a los derechos sociales. ¿Qué creen que va a aportar este tipo de perfil a la política española?
- Nosotras siempre hemos estado ahí en los momentos clave, asumiendo portavocías, retos, pero quizás en otra línea. Todas llegamos al partido diciendo que no íbamos a vivir de esto, que era un tiempo en nuestras vidas en el que cada una iba a aportar al proyecto colectivo y estamos en un momento en el que las segundas espadas hemos pasado a querer asumir ciertas responsabilidades en primera linea de batalla. Creo que está muy bien y es algo que también intentamos destacar en las políticas feministas que llevamos adelante: las mujeres siempre estamos ahí, pero se nos ve y se nos escucha poco. Es el momento de coralizar y apostar no solo por que seamos mujeres las que adquiramos puestos de responsabilidad, sino por que nuestra forma de hacer política sea feminista, basada en el concenso, el diálogo y el cuidado. Esa manera de hacer nos va a venir muy bien en un momento de reconstrucción como este.
- También plantean ese modelo de bicefalia entre lo que es la dirección del partido y el Gobierno. ¿Como gestionarán las posibles desavenencias entre los intereses de unos y otros?
- Si algo hemos aprendido es que todas las posiciones que tomemos siempre van a ser un reto personal. Tanto dentro como fuera del Gobierno tenemos una posición clara porque hay un acuerdo de gobierno que firmaron Pablo Iglesias y Pedro Sánchez y que ahora mismo es la guía para todas nosotras. Obviamente, otra cosa son las aspiraciones políticas que tendríamos si gobernásemos en solitario en este país. Ese de momento no es el escenario, sino que tenemos un Gobierno de coalición y las políticas que contempla ese acuerdo son las que nos tienen que guiar, afronte una persona u otra el cargo.
- En ese proyecto nacional, de cara a las elecciones generales, entraría Yolanda Díaz. La ministra se ha desmarcado de la Asamblea Ciudadana por miedo a que las polémicas internas interfieran en su candidatura. ¿Temen que sea así?
- No. Esas polémicas en cierto modo son inventadas. Ahora mismo no hay crisis entre compañeras de Podemos, que es un poco el relato al que nos están empujando, como si tuviéramos que darlo, y no es verdad. Como decía antes, se nos abre una nueva forma de hacer política con compañeras que son muy válidas y significan en esencia lo que significó el 15M o la creación de Podemos. Eso lo encarna Ione Belarra, que es navarra, joven, mujer, ha sido capaz de asumir grandes responsabilidades dentro del Congreso y en el Ministerio de Derechos Sociales, pero que también viene de una amplia trayectoria anterior en los movimientos sociales. Independientemente de ese proceso interno, es importante que Yolanda Díaz esté concentrada en lo que mejor sabe hacer y lo que más ha valorado este país, que es su tarea como ministra de Trabajo defendiendo los derechos de la gente, justo al contrario de lo que se hizo en 2008. Gracias a ese trabajo estamos construyéndonos y fortaleciéndonos todavía más como espacio.
- De momento, la ministra tampoco ha dado una respuesta clara a esta propuesta. ¿Hay un plan b en caso de que diga que no?
- Yolanda Díaz no forma parte de este partido, por lo que ahora mismo es una figura independiente y no tiene una responsabilidad orgánica con ninguna de las formaciones políticas que formamos parte de la coalición. Por eso decía que ahora es importante que esté concentrada en las políticas económicas y de empleo. Como candidata a la presidencia ya veremos. Esa cuestión llegará con la convocatoria de las próximas elecciones, que todo apunta a que será muy a final de legislatura. Lo tendrá que decidir la ciudadanía y también ella.
- Entonces no lo tienen.
- Como digo, ahora estamos concentradas en el proceso interno de Podemos. Todo apunta a que gracias al éxito de políticas como los ERTE o la batalla incansable por los derechos laborales de las mujeres, para que no se den condiciones de desigualdad frente a la crisis, Yolanda tiene un posición de legitimidad entre la ciudadanía muy consolidada como para que sea una muy buena candidata a la presidencia por parte de Unidas Podemos. Pero ese viento ya llegará. Estamos en otro.
- Retomando ese proceso de reconstrucción, el principal reto al que se enfrenta el partido es el anclaje en el territorio, sobre todo, más allá de la capital. ¿Qué estrategias tienen para abordar este problema?
- Esa es una realidad que tenemos que afrontar. Ya hemos conseguido algunos logros a nivel territorial, como conseguir presencia en ciertas alcaldías por primera vez como Madrid, Barcelona o Cádiz. También lo ha sido llegar a formar parte de los gobiernos autonómicos, como es el caso de las islas donde, precisamente, he podido compartir estos días la importancia de que haya sintonía entre el Gobierno del Estado y el autonómico para impulsar algunas de las políticas públicas que queremos que salgan adelante. Sin embargo, necesitamos profundizar mucho más y reconstruirnos en nuestros territorios. Ya que Ione Belarra, que no es de Madrid, esté al frente de nuestra candidatura es un símbolo, y en la lista hay gente muy válida de Canarias, de Andalucía y demás. Tenemos el reto de saber compaginar nuestra presencia en las instituciones con mayor presencia en la calle y repartir los roles para que no solamente aquellas personas que tienen un puesto de mayor responsabilidad o salgan en los medios de comunicación sean importantes. La gente de los territorios ayuda a construir mucho y ese papel hay que reconocerlo.
- Menciona una mayor presencia en la calle. ¿Entiende las críticas que se han levantado asegurando que ahora que gozan de una mayor presencia política se han alejado de la ciudadanía? Lo pregunto también por las últimas noticias sobre el incremento de patrimonio de algunos de sus militantes.
- No es absolutamente incompatible. Una cosa es la vida privada de las personas y otra su ideología política y el trabajo que realiza por y para la gente y su coherencia. Todos los compañeros y compañeras de Podemos están absolutamente vinculados a la calle, a los movimientos sociales y a las responsabilidades que ocupan. Creo que ese vínculo es muy fuerte, por eso también es un reto darle relevancia a todos los compañeros que no tienen una posición tan visible pero que están a pie de calle haciendo un trabajo absolutamente coordinado.
- Como decía usted, ha pasado mucho tiempo desde los inicios de la formación e, independientemente de este proceso, ha ido evolucionando. ¿Qué queda de aquel Podemos del 15M?
- Queda todo. Creo que hemos mantenido la esencia que es el vínculo con la calle al pasar a las instituciones para que cuando las cosas vienen mal dadas, como con la pandemia, sean los derechos de la gente lo que va primero. Hemos aprendido muchas cosas, que no solo el Gobierno gobierna, como decía Pablo Iglesias, y, sobre todo, a mantenernos en nuestro sitio y ser garantía de que los acuerdos no solo se firmen sino que se cumplan. Es verdad que tenemos muchos retos por delante, pero también tenemos un nuevo objetivo que creo será muy positivo para la ciudadanía: ser la primera fuerza progresista votada del Estado con Yolanda Díaz como la cabeza visible.
«La responsabilidad con el Gobierno va primero»
- Como secretaria de Estado de Igualdad también se enfrenta a otros retos muy potentes. ¿Cómo avanza la reforma de la Ley del aborto y la campaña para concienciar sobre la conciliación familiar?
- Están en desarrollo. Cuando llegamos al Gobierno, la ministra explicó que trabajaríamos en cuatro grandes ejes: la lucha contra las violencias machistas; la redistribución de la riqueza de los usos del tiempo de los cuidados; políticas de diversidad, por los derechos lgtbi y contra el racismo; y la reforma de la ley del aborto. El objetivo era no solo recuperar el consenso al que se llegó en otros gobiernos sino ampliar otros aspectos clave como pueden ser la violencia obstétrica, revisar la edad o poner en común y legislar sobre el acoso hacia las mujeres que libremente deciden interrumpir su embarazo en las clínicas y sobre ese discurso de odio de la extrema derecha en torno a ellas. Todo eso lo estamos desarrollando en un proyecto normativo y en cuestión de pocos meses se compartirá.
- ¿Cree que va a influir el proceso de reconstrucción interna en los tiempos o la toma de decisiones?
- No lo creo. Son procesos absolutamente compatibles y la máxima responsabilidad que ocupamos dentro del Gobierno va lo primero. Este país tiene que seguir funcionando independientemente de los procesos internos que tenga cada partido. Estamos haciendo las dos cosas utilizando nuestro tiempo libre para militar. Con respecto a las decisiones, cada ministerio funciona de forma autónoma —evidentemente, coordinados por Presidencia, que es quien tiene la potestad para plantear ciertos debates—. En ese sentido, el Ministerio de Igualdad ha propuesto una serie de paquetes normativos que van a seguir su curso de forma independiente: la ley del «solo si es si», que ya está en el Consejo de Estado, las políticas públicas como el Plan corresponsables, la creación de los centros de crisis, la Ley trans, así como el resto de leyes que tenemos pendientes.