Malestar por la sustitución de una Guardamar averiada en plena ola de pateras

Esta situación, que se produce en plena oleada de pateras en las islas y con una petición de refuerzos en la zona, responde a una «estrategia low cost» generalizada que obligará a realizar para similares de otras unidades. Así lo apuntan desde la Confederación General de Trabajadores (CGT), que alertan de una reducción de las inversiones y demoras «injustificadas» en el envío de piezas o realización de varadas y mantenimientos periódicos necesarios en cualquier embarcación.

El sindicato apunta en este sentido el cambio de paradigma que sufrió Salvamento marítimo en el año 2018 cuando por primera vez se incorporó como director de Sasemar a «una persona totalmente ajena a la actividad y sin ninguna titulación o experiencia náutica».

Se trata de Ignacio López Cano (actualmente presidente de la comisión de Transporte, Movilidad y Agenda urbana) que tras ser nombrado en julio del 2018 dejó su cargo por su voluntad y con celeridad apenas meses después, en abril de 2019 para presentarse como candidato a las elecciones por el partido socialista.

A partir de ese momento, «los cargos de responsabilidad comenzaron a ser ocupados por perfiles más próximos al gobierno o a altos cargos de la administración marítima pero sin titulación náutica ni experiencia en navegación alguna«, continúa CGT, que apuntan a José Luís García Lena, como nuevo director de Sasemar, Mónica Mulero Martínez como directora de operaciones y a Raul Estaire como jefe de Flota.

«Con el afán de reducir costes que justifiquen sus nombramientos de libre designación -añaden- se aplican políticas de reducción de gastos por servicios hasta tal punto que los concursos de licitación de trabajos de mantenimiento en unidades este año han quedado desiertos por falta de presupuesto y han tenido que demorarse hasta encontrar quien se hiciese cargo«.