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Los grandes agravios del sistema electoral

Los grandes agravios del sistema electoral

Canarias estrena debate y, quizá, solución. El sistema electoral canario, una disposición transitoria anclada desde décadas, está próximo a una modificación en las dos vías en las que es objeto de discusión: el Estatuto de Autonomía y el Parlamento de Canarias, texto y lugar en el que esta semana se han dado movimientos. Lo hará dejando víctimas, partidos dañados por las reglas del juego.

David Ojeda y / Las Palmas de Gran Canaria

Jueves, 1 de enero 1970

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Muchos son los ejes que se ponen en entredicho en el reparto de escaños en la Cámara regional. El reglaje de la triple paridad, en el que Coalición Canaria se ha atrincherado, ahora con el brazo irredento de la Agrupación Socialista Gomera de Casimiro Curbelo agarrando el escudo, ha producido una infrarrepresentación del votante de las islas capitalinas, sometiendo al reparto de diputados a una discusión que nunca antes había gastado los decibelios que tiene en la actualidad.

Hay tres ejemplos elementales en las últimas dos décadas que explican bien las circunstancias que protagonizan la polémica. Y sus víctimas fueron el PIL (Partido Independiente de Lanzarote) en 1999, Nueva Canarias en 2007 y Ciudadanos en los últimos comicios autonómicos de 2015.

En esas tres ocasiones, los partidos perjudicados se quedaron fuera del Parlamento de Canarias a pesar de tener una masa de votos mucho mayor que el de otros partidos que sí obtuvieron su espacio en la Cámara regional.

Eso se produce en la actualidad, con Fernando Clavijo presidiendo el Archipiélago a pesar de que Coalición Canaria fue la tercera fuerza en votos por detrás del PSOE y el PP. En estos momentos, CC gobierna en minoría un Parlamento en el que el 82% de los votos de los ciudadanos canarios están repartidos en los partidos de la oposición.

En 1999 solo 15 votos frenaron el ingreso del PIL de Dimas Martín en la Cámara, donde perdieron los tres escaños con los que contaba. En aquellos comicios de junio se estrenaban las barreras electorales pactadas en la reforma del Estatuto de Autonomía de 1996, que pasaban de las barreras del 3% insular y el 20% autonómico, a sus actuales topes del 6% y el 15%. En Lanzarote aquel año Coalición Canaria sumó cuatro diputados con 10.417 votos, mientras que la formación insularista, integrada en aquel entonces en el Frente Nacionalista Canaria de Juan Manuel García Ramos, se quedaba fuera del Parlamento con 10.402, al no ser la fuerza más votada.

Donde existen más similitudes es en la exclusión de la Cámara que Nueva Canarias padeció en 2007 y Ciudadanos en 2014. Los de Román Rodríguez sumaron más de 43.000 votos en aquellos comicios, pero eso no fue suficiente para entrar en la Cámara, donde sí estaba Agrupación Herreña Independiente, pata de CC, con solo 1.132 y dos diputados.

Esto supuso que la formación de Román Rodríguez, en su primer intento de acceder a la Cámara regional se quedara fuera al no poder rebasar la barrera del 6% de los votos.

Ya en aquel momento los nacionalistas se quejaron del sistema electoral, y en la legislatura posterior, en la que sí obtuvieron representación parlamentaria presentaron propuestas para cambiar el reglamento electoral de las islas.

En los últimos comicios de 2015 Ciudadanos fue capaz de conseguir 53.981 votos, pero la triple paridad no dio tregua y le sitúo fuera del Parlamento de Canarias donde sí está, con solo 5.089 votos, Agrupación Socialista Gomera.

La formación que llevó a Melisa Rodríguez, actualmente diputada en el Congreso como cabeza de cartel, se quedó a un paso de superar la barrera del 6%, concretamente a seis décimas. Fue en un giro final, ya que durante buena parte de la jornada electoral alcanzó esos topes y llegó a sumar dos diputados, uno por cada isla capitalina.

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