El Gobierno central agrupa a los migrantes en pleno corazón turístico

El complejo de bungalós Vistaflor, en Maspalomas, va camino de convertirse en una gigantesca colonia de inmigrantes irregulares. Esa es la solución que ha tomado el Gobierno central, a través de la Secretaría de Estado de Migraciones y con la ayuda de la Delegación del Gobierno, ante la situación del muelle de Arguineguín, donde llegaron a reunirse casi 300 inmigrantes a la espera de destino durante días.

Ayer ya estaban alojados en el citado complejo turístico los inmigrantes que se encontraban en un centro de Tunte, los del terrero de lucha de Arinaga y poco a fueron trasladados buena parte de los que se encontraban en Arguineguín.

Como se recordará, desde la Delegación del Gobierno se trasladó a la Federación de Empresarios de Hostelería y Turismo una petición de colaboración para que contactasen con empresarios alojativos interesados en que se alquilasen sus instalaciones para acoger a los inmigrantes. La patronal que preside José María Mañaricua contactó con sus asociados y finalmente el sí llegó desde el complejo Vistaflor.

El empresario Domingo Espino, que lo regenta, ha colaborado ya en otras ocasiones con el Gobierno central para la atención de inmigrantes. En esta ocasión se encontró con una propuesta que le permitía reactivar un negocio que estaba cerrado, con medio centenar de empleados en ERTE.

La solución, sin embargo, ha causado sorpresa y malestar entre dirigentes institucionales y empresariales, incluso a pesar de esa labor de mediación de la patronal turística.

A comienzos de esta semana ya el Cabildo de Gran Canaria, a través de su presidente, Antonio Morales, subrayó que la isla no puede convertirse en una «cárcel» para los migrantes, máxime cuando estos vienen buscando llegar al territorio continental.

Ahora esa «cárcel» se sitúa en pleno corazón turístico de Gran Canaria, precisamente cuando peor está el sector por el impacto de la pandemia y el repunte de casos de los últimos días. Así, empresarios consultados ayer se preguntaban si no hay un efecto llamada cuando se aloja a los inmigrantes irregulares en complejos turísticos.

Las miradas se centran en la Delegación del Gobierno, con Anselmo Pestana al frente, que lleva semanas diciendo que busca instalaciones. Y la pregunta es por qué no ha optado por instalaciones de titularidad estatal, ya sea dependiente del Ministerio de Defensa o de otros departamentos.

La alcaldesa de San Bartolomé de Tirajana, Conchi Narváez, aparcó ayer su condición de socialista para dejar constancia de que no comparte la decisión del Gobierno central. «Entiendo que la zona turística no es un lugar idóneo para llevar a los inmigrantes», subrayó la alcaldesa. «Creo que hay otros emplazamientos que podrían usarse y que son más idóneos, y estoy hablando de espacios de titularidad estatal. Vista la grave situación que estamos viviendo, pues creo que otras administraciones deben dotar recursos y que el sitio elegido no es el idóneo». El desalojo del muelle de Arguineguín se produce en vísperas de la visita del ministro de Seguridad Social, Inclusión y Migraciones, José Luis Escrivá. Pese a que no hay confirmación oficial, este podría desplazarse a Gran Canaria la próxima semana, con lo que se evitaría así la incómoda foto de los inmigrantes durmiendo en el citado muelle.

Por otra parte, el flujo de embarcaciones con inmigrantes irregulares no cesa. La Salvamar Menkalinán, de Salvamento Marítimo, rescató ayer una patera con 21 hombres a bordo a 12 millas náuticas (22,2 kilómetros) al sur de la Punta de Maspalomas, en el municipio grancanario de Maspalomas, todos en aparente buen estado de salud. Sobre las 11.28 horas, el Sistema Integrado de Vigilancia Exterior detectó a la patera a 15 millas de Maspalomas y Salvamento activó a la Menkalinán que, tras el rescate, puso rumbo al muelle de Arguineguín (Mogán) para que estos inmigrantes de origen magrebí fuesen atendidos por un operativo humanitario.

Previamente, una patera con una veintena de ocupantes arribó a las 05.30 horas a la costa de La Santa, en el municipio lanzaroteño de Tinajo, aunque inicialmente solo 14 magrebíes fueron localizados. Con estas dos pateras, el mes de septiembre ya suma catorce embarcaciones irregulares rescatadas en aguas próximas a Canarias o arribadas a las islas por sus propios medios.

Canarias recibió en los ocho primeros meses del año un total de 3.933 inmigrantes llegados a sus costas o rescatados en aguas de su entorno en 136 pateras o cayucos, casi siete veces más que en el mismo período de 2019 (3.349 más, +573,5 %), según datos del Ministerio del Interior a 31 de agosto.