Expulsión «preferente» para los inmigrantes que alteren el orden público
La Delegación del Gobierno anuncia el refuerzo de la seguridad en San Bartolomé con 40 policías nacionales y Mogán reclama la presencia permanente del GRS
B. HERNÁNDEZ
Las Palmas de Gran Canaria
Miércoles, 20 de enero 2021, 00:00
Las personas inmigrantes que delincan o protagonicen altercados públicos como los que se vienen sucediendo en el sur de Gran Canaria, tanto en los centros de acogida como en la calle, serán expulsados «de manera preferente» según anunció ayer el delegado del Gobierno, Anselmo Pestana, a las alcaldesas de San Bartolomé y Mogán en sendas reuniones de las juntas de seguridad municipales.
Tras los incidentes del pasado lunes en la Plaza del Hierro de San Fernando (Maspalomas), en donde un grupo de inmigrantes mantuvo una brutal pelea, el delegado del Gobierno indicó ayer que estas expulsiones «prioritarias» se aplicarán a las personas que se vean envueltos en actos violentos, tanto en la calle como en los centros de acogida. Explicó que si una persona es expulsada de un recurso por mal comportamiento, se identificará y se priorizará su expulsión, igual que a los autores de pequeños delitos «para garantizar la seguridad en nuestra tierra».
Sin embargo, Pestana hizo hincapié en que, con los datos en la mano, los delitos no han aumentado ni en San Bartolomé de Tirajana ni en Mogán, sino todo lo contrario, han bajado los índices de criminalidad y delincuencia. En cualquier caso, y «ante la preocupación por algunos hechos puntuales y muy enfocados casos de delincuencia» protagonizados por inmigrantes, se ha decidido reforzar la seguridad en los dos grandes municipios turísticos de la isla.
Así, 40 nuevos agentes de la Policía Nacional se sumarán a los efectivos que ya trabajan en San Bartolomé de Tirajana para patrullar sus calles, no solo la zona turística. A ellos se unen al Grupo de Reserva y Seguridad (GRS) que el sábado llegó a Mogán con 21 efectivos procedente de Los Rodeos y tienen previsto permanecer una semana. La alcaldesa, Onalia Bueno, reclamó que su presencia sea permanente o al menos hasta que los hoteles sean desalojados de inmigrantes.
Aunque no hubo compromiso del delegado en este sentido, sí indicó que se continuará analizando la situación y si se produjeran más incidentes como los ocurridos en las últimas semanas, se estudiarán nuevas medidas para garantizar la seguridad.
Bueno expresó su descontento con la decisión de la Delegación e indicó que Mogán solo cuenta con 55 guardias civiles y unos 2.500 inmigrantes adultos ademas de 100 menores. En cambio, San Bartolomé acoge solo a 100 menores y un número menor de adultos «pero le suman 40 policías nacionales a los 300 que ya tienen».
En cualquier caso, el delegado del Gobierno destacó que la percepción de inseguridad que expresan los vecinos de los dos municipios sureños no se corresponde con los datos, «pero es preciso responder a la necesidad de la población de sentirse segura»,, afirmó, una postura que compartió la alcaldesa de San Bartolomé, Concepción Narváez.
La regidora municipal indicó que «no estamos acostumbrados a hechos como éste -en referencia a la pelea de San Fernando-, a plena luz del día, por lo que es normal que se genere miedo, incertidumbre e inseguridad», aunque «las cifras reales no coincidan con esa sensación». Con este incremento de efectivos anunciado por la Delegación del Gobierno, confía en que los ciudadanos «tengan la percepción real de que hay menos infracciones y menos incidencias y también la sensación de más seguridad».
Narváez subrayó que su municipio ha dado siempre muestras de solidaridad pero «no va a permitir» que se dañe la imagen de un destino turístico seguro que se ha trabajado con mucho esfuerzo durante 50 años «ni que se dañe la imagen de quienes vienen a buscar un futuro mejor». Por eso, saludó el anunció de las expulsiones preferentes para quienes alteren el orden público y la seguridad.
Además, valoró como «fundamental» la reunión que la Delegación del Gobierno tiene previsto convocar con las ONG que trabajan con inmigrantes porque «se puede mejorar mucho la coordinación y la atención». En este sentido y a modo de ejemplo, señaló que muchas veces, las personas acogidas no respetan los horarios de los establecimientos y se les prohibe la entrada «y quedan en la calle, que es cuando se producen los altercados». Por eso, entiende que es importante la coordinación y que todos dispongan de información «real, oficial y correcta».