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El relevo de Darias abre la puerta a una remodelación del Gobierno de Torres

El relevo de Darias abre la puerta a una remodelación del Gobierno de Torres

La gestión de la consejera de Sanidad, Teresa Cruz, es cuestionada por todo el sector y desde el propio Gobierno autonómico se admite que ha cometido errores «muy graves».

Jueves, 1 de enero 1970

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B. Hernández / Las Palmas de Gran Canaria

El relevo de Carolina Darias al frente de la Consejería de Economía podría no ser inmediato, señalan fuentes de la dirección socialista, que agregan que «ese silencio habrá que interpretarlo». Lo cierto es que el presidente del Gobierno, Ángel Víctor Torres, tendría «en su cabeza desde hace algún tiempo» remodelar su Gabinete y el nombramiento de Darias como ministra de Política Territorial y Función Pública le da la oportunidad.

Las grietas en el primer nivel del Ejecutivo vienen de dos áreas muy importantes, tanto para el presidente como para el pacto de progreso que sostiene el Gabinete: Sanidad y Educación, que son además los departamentos que más recursos manejan. En el Partido Socialista reconocen que la consejera de Sanidad, Teresa Cruz «está muy tocada», mientras que su compañera en Educación, María José Guerra, sin tener el mismo nivel de conflictividad interna, también estaría en el foco ante posibles cambios.

En cualquier caso, fuentes de la dirección del PSOE y del Gobierno señalan que Torres «no se mueve por impulsos. Escuchará a mucha gente en el partido antes de tomar una decisión y tampoco sería extraño que mantuviera el equipo». Aún así, indican que «Cruz está cometiendo errores muy graves».

La titular de Sanidad fue el primer nombre del PSOE que se conoció que formaría parte del nuevo Gobierno de Canarias el pasado mes de julio. Fue la manera de Torres de compensarla después de que su opción como presidenta del Parlamento no fraguara por un movimiento de Coalición Canaria - que provocaba un bloqueo por motivo de género-, a la vez que equilibraba el poder territorial con un departamento fuerte para Tenerife.

«Pero el momento es otro». Después de este tiempo al frente del Gobierno y ahora con la designación como ministra de Carolina Darias, que se ve en el PSOE regional como una evidencia de su mayor peso en Ferraz, Ángel Víctor Torres ya no tiene el marcaje de los líderes insulares como hace seis meses. Ni siquiera del secretario general de Tenerife y presidente del Cabildo, Pedro Martín. En este sentido, tendría libertad para nombrar «a quien considere. De la isla que quiera porque está en un momento de gran fortaleza interna».

Pero quienes conocen a Torres subrayan que no tomará ninguna decisión «por las bravas» ni lo hará sin contar con los secretarios insulares. En cualquier caso, apostillan, empieza un nuevo ejercicio presupuestario, tiene que modificar el Gabinete tras la salida de Darias y, por tanto, sería un buen momento para hacer una remodelación más amplia «si finalmente concluye que debe hacerla».

«tocada». Aunque solo han pasado siete meses desde la toma de posesión, lo cierto es que la gestión de la consejera de Sanidad, Teresa Cruz, no encuentra demasiados apoyos en el PSOE y también choca con críticas entre sus compañeros del Ejecutivo. Con cada paso que da, abre un conflicto en una Consejería de por sí complicada.

En este tiempo se ha puesto en contra a sindicatos, colegios profesionales y al colectivo médico en general al conocerse un documento de trabajo en el que, en parte, los responsabiliza de las listas de espera. Su primer conflicto en la Consejería fue sin duda el más sonado. Anuló las oposiciones ya en proceso y, ante el malestar creado, tuvo que ser el propio presidente el que se sentara con las organizaciones sindicales para calmar las aguas. La tardanza en designar a su equipo -casi dos meses- tampoco ayudó a una entrada más tranquila en el departamento.

En Educación, y casi por el motivo contrario, María José Guerra no concita consensos ni en el Gobierno ni en el PSOE. En el sector mantienen que la «inacción» es la nota que predomina en este equipo, del que está «totalmente diluida» la Viceconsejería de Educación. Pero ni de lejos tiene la contestación que ha generado Cruz.

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