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Ana Oramas y Pedro Quevedo durante un acto de los nacionalistas. C7
Las cuentas estatales terminan de resquebrajar la alianza que CC y NC mantenían en el Congreso

Las cuentas estatales terminan de resquebrajar la alianza que CC y NC mantenían en el Congreso

Las dos formaciones nacionalistas se sitúan a ambos lados del espectro político con posiciones y discursos opuestos por completo

Domingo, 6 de diciembre 2020, 08:48

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Mientras NC aplaude los Presupuestos Generales del Estado (PGE) de 2021 porque considera que invierten «como nunca» en Canarias y recogen las principales partidas del REF, CC los critica con inusitada dureza y mantiene que las nuevas cuentas estatales condenan a las islas a «pobreza, hambre y paro».

Las posiciones de las dos formaciones nacionalistas que concurrieron en alianza al Congreso en las últimas elecciones generales no pueden ser más opuestas. Nada queda de aquella estrategia conjunta en defensa de Canarias que utilizaron a modo de pegamento para sellar un pacto mucho más pragmático que ideológico.

DIFERENCIAS

  • Pandemia X. En la votación de la quinta prórroga del estado de alarma de marzo CC y NC ya adoptaron posiciones distintas.

  • Ayudas Oramas solo apoyó un apartado del Plan de Recuperación estatal; Quevedo lo respaldó en su totalidad.

  • Negociación Los contactos previos con el Gobierno para hablar de los PGE dieron al traste con la estrategia común.

  • Ficha canaria El aplauso de NC a las cuentas estatales de 2021 choca frontalmente con el rechazo y voto en contra de CC.

Apenas un año después de haber tomado posesión de sus escaños, Ana Oramas y Pedro Quevedo han quedado claramente situados en lados contrarios del espectro político, con posturas y discursos que nada tienen en común, como tampoco tiene ya nada que ver la relación sus respectivos partidos con el Gobierno de Pedro Sánchez. La diputada de CC, con sus duros ataques al Ejecutivo estatal y su voto en contra del proyecto de Presupuestos de 2021 -que sumó en el Congreso más apoyos que la investidura- se ha colocado en el bloque de oposición junto a la derecha del PP y Vox y los soberanistas de JxCAT y la CUP. El representante de NC, por contra, ha reforzado su papel de socio preferente de Sánchez pese a que su voto no es imprescindible para la suma de mayorías, desde el convencimiento de que si se carece de capacidad de presión para negociar siempre es mejor estar a buenas con quien toma las decisiones en aras de avanzar en los intereses de Canarias.

Las diferencias en torno a los PGE han sido el detonante que ha acabado de dinamitar una alianza que empezó a renquear prácticamente desde el inicio de la legislatura. Durante los primeros meses de actividad parlamentaria las dos partes se esforzaron por mantener una línea común o en su caso por matizar las diferencias bajo el paraguas de la autonomía de cada cual en cuestiones ajenas a lo que atañe específicamente a las islas. Aunque con tonos distintos, más conciliador del de Quevedo y mucho más crítico el de Oramas, al principio coincidieron en la mayoría de las votaciones.

La pandemia del coronavirus y la situación de emergencia comenzó a resquebrajar la pretendida unidad. Durante el estado de alarma los nacionalistas mantuvieron posiciones diferentes en función del grado de compromiso con las islas del Gobierno: cuando se votó la cuarta prórroga, CC amagó con abstenerse pero cambió al sí en el último momento tras el acuerdo de ampliar los ERTE del sector turístico, mientras que en la votación de la quinta prórroga CC mantuvo el voto a favor y fue NC quien se desmarcó del apoyo que venía dando a Sánchez desde la investidura para pasar a la abstención, como muestra de malestar por la falta de medidas específicas para amortiguar el impacto de la crisis en Canarias.

También se vieron las costuras de la alianza nacionalista en la votación del Plan de Recuperación estatal, con el apoyo de Quevedo a los cuatro informes que lo integran y únicamente a uno de ellos por parte de Oramas.

Pero la puntilla al pacto se la dieron las cuentas estatales. El intento inicial de negociar la ficha financiera de Canarias de forma conjunta para tratar de obtener mejor resultado se agrietó durante las negociaciones previas con el Gobierno -que CC dio por rotas y NC continuó en solitario- y saltó por los aires en cuanto se conoció el proyecto de ley presupuestario, con interpretaciones muy dispares.

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