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Un fotograma de la serie.
Una reconfortante taza de té ('Todas las criaturas grandes y pequeñas')
Series en familia III

Una reconfortante taza de té ('Todas las criaturas grandes y pequeñas')

Lunes, 15 de agosto 2022, 23:08

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Siendo una cría iba por la calle tocando todo bicho viviente con el que me cruzaba. Mi madre, preocupada por si me mordían o me pegaban pulgas, me agarraba bien fuerte, pero yo conseguía soltarme de su mano para ponerme a acariciar gatos famélicos y perros callejeros. Excepto los humanos, ningún ser vivo nos asusta siendo niños, tenga el tamaño que tenga. Y 'Todas las criaturas grandes y pequeñas' nos hace volver a ese tiempo en el que nos atraen los animales porque somos como ellos. Al menos, hasta que empiezan a domesticarnos con los cuadernillos Rubio y el uso correcto de los cubiertos.

La serie, disponible en Filmin y Movistar Plus+, es una nueva adaptación de los libros de James Herriot en los que contaba sus experiencias como veterinario rural en la campiña inglesa y que, debido a su éxito, han sido llevados a la televisión en diversas ocasiones. Narra las peripecias de un recién licenciado, el propio Herriot, que comienza a trabajar como ayudante de Siegfried Farnon, un experimentado y un tanto hosco veterinario que vive en una pequeña aldea de Yorkshire junto a su despreocupado hermano Tristan y la señora Hall, que cuida de la casa familiar y de los que la habitan. Allí, además, Herriot conocerá a Helen, una granjera de la que queda prendado inmediatamente.

Ambientada al final de la década de los años 30, 'Todas las criaturas grandes y pequeñas' es un catálogo del encanto 'british': tazas de té, sándwiches de pepino, trajes de tweed y paisajes que te llenan los ojos de verde (parece que los drones se inventaron exclusivamente para fotografiar la campiña inglesa en todo su esplendor). Si a eso le añadimos una producción cuidadísima y un catálogo de personajes más o menos excéntricos pero encantadores, tenemos una serie que es un gozo. Como lo son los intérpretes, entre los que destacan Nicholas Ralph en su primer papel protagonista, Samuel West, viejo conocido del que hemos podido disfrutar en 'Regreso a Howards End' o 'Carrington' y en multitud de series (curiosamente en dos de ellas, 'Espías de Cambridge' y 'The Crown', interpretó al mismo personaje, el fascinante Anthony Blunt, agente doble al servicio del KGB), Callum Woodhouse, que encarnaba al mediano de 'Los Durrell', serie con la que 'Todas las criaturas grandes y pequeñas' tiene mucho en común, y Diana Rigg, la inolvidable Emma Peel de 'Los Vengadores', en el papel de la señora Pumphrey, una anciana rica que adora a un perrito impertinente y malcriado que es su única compañía. Esta sería la última actuación de la actriz, ya que falleció tras la primera temporada y tuvo que ser sustituida por Patricia Hodge en la segunda.

Vídeo. El tráiler de la serie.

La serie, recorrida por un humor amable, es optimista y dulce, palabras que, en este caso, no son sinónimo de candidez o cursilería, sino de consuelo: el que produce saber que los pequeños problemas cotidianos acabarán por solucionarse, que el trabajo duro tiene su recompensa, que tu vecino siempre está dispuesto a echarte una mano, que vivir en comunidad es mejor que vivir aislado. 'Todas las criaturas grandes y pequeñas' es una Arcadia feliz en la que el hombre está en equilibrio con la naturaleza, en la que lo único que puede alterar el sueño es que una vaca se ponga de parto en mitad de la noche. Y, al no haberlo vivido, idealizamos ese pasado como algo sencillo y puro, sin tener en cuenta que el perro de la señora Pumphrey disfruta de más comodidades que muchos granjeros, que el inicio de la II Guerra Mundial era inminente y que en Yorkshire hace un frío que pela. Pero en cuanto la luz de 'Todas las criaturas grandes y pequeñas' inunda la pantalla, y un poco nuestra vida, el encanto de la serie hace que nos olvidemos de todo aquello. Incluso, de todo esto. Y nos reconforta tanto como una humeante taza de té en un día lluvioso.

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