Recapacitar a tiempo

En lo económico, una acción así solo serviría para añadir más inseguridad jurídica a la que ya existe y la marcha de muchas más empresas y también, trabajadores. En lo social, creo que es más que evidente la fractura social que ha generado este proceso y que se agudizaría en una supuesta huida hacia adelante. Como han dejado claro todos los países, nadie reconocería esa república. No sería Europa y no tendría ningún tipo de colchón financiero, con lo que habría que ver cómo iban a pagar los servicios públicos o las pensiones, por poner dos ejemplos.

Ante sí Puigdemont solo tiene dos opciones si realmente le importan sus ciudadanos: volver a la legalidad o convocar elecciones. Ahora le toca a él mover ficha porque de lo contrario el sábado la autonomía será suspendida en virtud del artículo 155, que cuenta con el respaldo de casi todos los partidos y por tanto tiene apoyos suficientes para salir adelante. Esperemos que el próximo movimiento sea directo, claro y contundente. Sin cartas, palabras a medias, giros semánticos o dobles sentidos para seguir mareando la perdiz, que ya está bien por parte de los dos, Rajoy y Puigdemont.. Ya es hora de comportarse como gobernantes de nivel y cintura política.