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El gasto español en protección social –sanidad, pensiones, infancia, discapacidad o desempleo- se encuentra por debajo de la media de la Unión Europea, según datos de Eurostat correspondientes al año 2015. En el conjunto de la UE alcanza el 29% de su PIB, mientras que España se queda en el 24,7%. Los estados que encabezan la lista son Francia, Dinamarca, Finlandia, Bélgica, Austria, Países Bajos, Italia y Suecia, situados todos por encima de la media europea. Y los que se ubican en la cola son Eslovaquia, Bulgaria, Malta, Irlanda y Estonia, este último el que menos dedica a los temas sociales, con un 16,4% de su PIB. La cohesión social europea está aún muy lejana.
España, además de esos países punteros que encabezan la tabla, es superada también por Reino Unido, Grecia y Portugal, estos dos últimos exponentes claros de la grave crisis económica padecida a partir de 2008. Por otra parte, el Estado español ha retrocedido con relación al año 2014 y ha incrementado la distancia con relación a la media de la Unión Europea, que era de 3,3 puntos porcentuales en 2014 y subió a 4,3 en 2015.
En el conjunto de la Unión, las pensiones se llevan el 45,2% del gasto social, mientras que en España alcanzan el 49,8%. En este apartado destaca Grecia (65,4%), diez puntos por encima de la media, y en la cola se encuentran Irlanda (32,9%) y Luxemburgo (38,5%). Su sostenibilidad será uno de los grandes temas de debate político y social en el período próximo. Con respecto a la inversión en atención a la familia y la infancia, España se encuentra en el 5,3%, cinco puntos por debajo de la media de la UE. Sobresalen en este asunto Luxemburgo (15,5%), Estonia (12,8%), Irlanda (12,4%) y Hungría (12%). Los que menos, Países bajos (3,9%) y Grecia (4,1%).
En gastos destinados al desempleo nos colocamos en los lugares de cabeza, con un 9,0% que duplica la media europea, solo por debajo de Irlanda (12,2%) y Bélgica (10,7%). Nuestra tasas de paro son muy superiores a la media europea. Actualmente del 16,7%, duplicando las de la zona euro (8,8%), por encima de Portugal (8,5%) e Italia (11,1%), aunque inferiores a las de Grecia, que supera el 20%. Y a años luz de Alemania (3,6%), Reino Unido (4,3%) o Francia (9,4%).
Y en vivienda y exclusión social –pese a su elevado grado de pobreza y el alto número de desahucios y lanzamientos-, España apenas aporta un 1,4% frente al 4,1% europeo. Los que realizan un mayor esfuerzo en este capítulo son Chipre (7,7%), Dinamarca (7%) y Reino Unido (7%). En relación a la Sanidad y a la atención a las personas con discapacidad, España destina el 34,5%, apenas dos puntos por debajo de la media (37,3%), pero a distancia de Países Bajos (42,5%), Alemania (42,9%) o Croacia (45,7%).
Si tenemos en cuenta el gasto social per cápita, el líder destacado es Luxemburgo, con 15.000 euros, seguido de Dinamarca (11.300), Países Bajos y Austria, ambos con 11.000, y Francia y Alemania, 10.800. España se queda en 6.300. Y los que menos dedican son Rumanía (2.600 euros per cápita), Bulgaria (2.700) y Letonia (2.800).
Y una curiosidad. O algo más que eso. Si observamos los siete países que encabezan el gasto en protección social europeo en el año 2015 - Francia, Dinamarca, Finlandia, Bélgica, Austria, Países Bajos e Italia- coinciden, salvo en el caso de los Países Bajos, con los que en ese mismo año tuvieron mayor presión fiscal, que fueron, por este orden, Francia, Dinamarca, Bélgica, Austria, Suecia, Finlandia e Italia.
Al respecto, el profesor Vicenç Navarro señala en su artículo El nuevo régimen social de España que «la pobreza del Estado del Bienestar en España es consecuencia de una fiscalidad débil y regresiva que se ha acentuado todavía más con las reformas de los gobiernos Zapatero y Rajoy. Como consecuencia, los ingresos fiscales en España son inferiores a los de los países de nuestro entorno». Recordando, además, que las distintas desgravaciones y exenciones hacia las grandes empresas hacen que la carga fiscal «recaiga sobre las clases medias y trabajadoras a través del IRPF y de los impuestos al consumo».
Modificar, por tanto, la debilidad de nuestro Estado de Bienestar y esos cuatro puntos por debajo de la media europea en protección social exige gobiernos que prioricen la sanidad, las pensiones o la adecuada atención a la dependencia. Pero, al mismo tiempo, demanda una profunda revisión de nuestro modelo fiscal de manera que se cumpla el artículo 31 de la Constitución: «Todos contribuirán al sostenimiento de los gastos públicos de acuerdo con su capacidad económica mediante un sistema tributario justo inspirado en los principios de igualdad y progresividad».
Por eso, vender rebajas fiscales en un país con los datos de pobreza de España –aún más graves, con diferencia, en Canarias- y con su insuficiente Estado de Bienestar, supone una auténtica irresponsabilidad social. Resulta preciso revisar el marco fiscal, así como combatir el fraude; y es imprescindible, asimismo, aumentar lo que se dedica a protección social en el ámbito estatal y en el de las autonomías si queremos avanzar hacia una sociedad justa, con niveles elevados de equidad, y que no deje al margen a una parte numerosa de sus hombres y mujeres.
Declaraciones como las efectuadas recientemente por el presidente canario, Fernando Clavijo, rechazando la implantación de una renta básica porque esas medidas ayudan a «cronificar la pobreza» indican el camino que siguen muchos gobernantes, poco o nada comprometidos en la lucha contra la desigualdad, cuando la pobreza continúa aumentando en el Archipiélago, y se sitúa casi 17 puntos por encima de la media estatal. En esta tierra, en Canarias, pese al crecimiento económico, pese a los récords turísticos, la pobreza está más que cronificada; y la falta de respuestas institucionales a la misma, también.
«En esta tierra, en Canarias, pese al crecimiento económico, pese a los récords turísticos, la pobreza está más que cronificada; y la falta de respuestas institucionales a la misma, también»
«Con respecto a la inversión en atención a la familia y la infancia, España se encuentra en el 5,3%, cinco puntos por debajo de la media de la UE. Sobresalen en este asunto Luxemburgo (15,5%), Estonia (12,8%), Irlanda (12,4%) y Hungría (12%)».
Jaula y arco iris
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