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Protección social y fiscalidad

Jueves, 1 de enero 1970

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El gasto español en protección social –sanidad, pensiones, infancia, discapacidad o desempleo- se encuentra por debajo de la media de la Unión Europea, según datos de Eurostat correspondientes al año 2015. En el conjunto de la UE alcanza el 29% de su PIB, mientras que España se queda en el 24,7%. Los estados que encabezan la lista son Francia, Dinamarca, Finlandia, Bélgica, Austria, Países Bajos, Italia y Suecia, situados todos por encima de la media europea. Y los que se ubican en la cola son Eslovaquia, Bulgaria, Malta, Irlanda y Estonia, este último el que menos dedica a los temas sociales, con un 16,4% de su PIB. La cohesión social europea está aún muy lejana.

España, además de esos países punteros que encabezan la tabla, es superada también por Reino Unido, Grecia y Portugal, estos dos últimos exponentes claros de la grave crisis económica padecida a partir de 2008. Por otra parte, el Estado español ha retrocedido con relación al año 2014 y ha incrementado la distancia con relación a la media de la Unión Europea, que era de 3,3 puntos porcentuales en 2014 y subió a 4,3 en 2015.

En el conjunto de la Unión, las pensiones se llevan el 45,2% del gasto social, mientras que en España alcanzan el 49,8%. En este apartado destaca Grecia (65,4%), diez puntos por encima de la media, y en la cola se encuentran Irlanda (32,9%) y Luxemburgo (38,5%). Su sostenibilidad será uno de los grandes temas de debate político y social en el período próximo. Con respecto a la inversión en atención a la familia y la infancia, España se encuentra en el 5,3%, cinco puntos por debajo de la media de la UE. Sobresalen en este asunto Luxemburgo (15,5%), Estonia (12,8%), Irlanda (12,4%) y Hungría (12%). Los que menos, Países bajos (3,9%) y Grecia (4,1%).

Desempleo

En gastos destinados al desempleo nos colocamos en los lugares de cabeza, con un 9,0% que duplica la media europea, solo por debajo de Irlanda (12,2%) y Bélgica (10,7%). Nuestra tasas de paro son muy superiores a la media europea. Actualmente del 16,7%, duplicando las de la zona euro (8,8%), por encima de Portugal (8,5%) e Italia (11,1%), aunque inferiores a las de Grecia, que supera el 20%. Y a años luz de Alemania (3,6%), Reino Unido (4,3%) o Francia (9,4%).

Y en vivienda y exclusión social –pese a su elevado grado de pobreza y el alto número de desahucios y lanzamientos-, España apenas aporta un 1,4% frente al 4,1% europeo. Los que realizan un mayor esfuerzo en este capítulo son Chipre (7,7%), Dinamarca (7%) y Reino Unido (7%). En relación a la Sanidad y a la atención a las personas con discapacidad, España destina el 34,5%, apenas dos puntos por debajo de la media (37,3%), pero a distancia de Países Bajos (42,5%), Alemania (42,9%) o Croacia (45,7%).

Si tenemos en cuenta el gasto social per cápita, el líder destacado es Luxemburgo, con 15.000 euros, seguido de Dinamarca (11.300), Países Bajos y Austria, ambos con 11.000, y Francia y Alemania, 10.800. España se queda en 6.300. Y los que menos dedican son Rumanía (2.600 euros per cápita), Bulgaria (2.700) y Letonia (2.800).

Y una curiosidad. O algo más que eso. Si observamos los siete países que encabezan el gasto en protección social europeo en el año 2015 - Francia, Dinamarca, Finlandia, Bélgica, Austria, Países Bajos e Italia- coinciden, salvo en el caso de los Países Bajos, con los que en ese mismo año tuvieron mayor presión fiscal, que fueron, por este orden, Francia, Dinamarca, Bélgica, Austria, Suecia, Finlandia e Italia.

Fiscalidad débil

Al respecto, el profesor Vicenç Navarro señala en su artículo El nuevo régimen social de España que «la pobreza del Estado del Bienestar en España es consecuencia de una fiscalidad débil y regresiva que se ha acentuado todavía más con las reformas de los gobiernos Zapatero y Rajoy. Como consecuencia, los ingresos fiscales en España son inferiores a los de los países de nuestro entorno». Recordando, además, que las distintas desgravaciones y exenciones hacia las grandes empresas hacen que la carga fiscal «recaiga sobre las clases medias y trabajadoras a través del IRPF y de los impuestos al consumo».

Modificar, por tanto, la debilidad de nuestro Estado de Bienestar y esos cuatro puntos por debajo de la media europea en protección social exige gobiernos que prioricen la sanidad, las pensiones o la adecuada atención a la dependencia. Pero, al mismo tiempo, demanda una profunda revisión de nuestro modelo fiscal de manera que se cumpla el artículo 31 de la Constitución: «Todos contribuirán al sostenimiento de los gastos públicos de acuerdo con su capacidad económica mediante un sistema tributario justo inspirado en los principios de igualdad y progresividad».

Por eso, vender rebajas fiscales en un país con los datos de pobreza de España –aún más graves, con diferencia, en Canarias- y con su insuficiente Estado de Bienestar, supone una auténtica irresponsabilidad social. Resulta preciso revisar el marco fiscal, así como combatir el fraude; y es imprescindible, asimismo, aumentar lo que se dedica a protección social en el ámbito estatal y en el de las autonomías si queremos avanzar hacia una sociedad justa, con niveles elevados de equidad, y que no deje al margen a una parte numerosa de sus hombres y mujeres.

Declaraciones como las efectuadas recientemente por el presidente canario, Fernando Clavijo, rechazando la implantación de una renta básica porque esas medidas ayudan a «cronificar la pobreza» indican el camino que siguen muchos gobernantes, poco o nada comprometidos en la lucha contra la desigualdad, cuando la pobreza continúa aumentando en el Archipiélago, y se sitúa casi 17 puntos por encima de la media estatal. En esta tierra, en Canarias, pese al crecimiento económico, pese a los récords turísticos, la pobreza está más que cronificada; y la falta de respuestas institucionales a la misma, también.

«En esta tierra, en Canarias, pese al crecimiento económico, pese a los récords turísticos, la pobreza está más que cronificada; y la falta de respuestas institucionales a la misma, también»

«Con respecto a la inversión en atención a la familia y la infancia, España se encuentra en el 5,3%, cinco puntos por debajo de la media de la UE. Sobresalen en este asunto Luxemburgo (15,5%), Estonia (12,8%), Irlanda (12,4%) y Hungría (12%)».

Jaula y arco iris

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