Política deportiva sin criterio

¿La política deportiva de la isla de Gran Canaria debe ceñirse a organizar eventos -Gran Canaria Maratón- o a sufragar o contribuir en todo lo que se organice en la isla, ya sea a nivel público o privado? ¿O es el momento de sentar las bases de una nueva política? Los amantes de la subvención siguen pendientes del nombramiento del nuevo consejero de Deportes para solicitar cuanto antes reunión con él, rendirle pleitesía y plantearles como la joya de la corona todo lo que realizan. Mientras tanto, y como detalle de cómo está funcionando el IID en la actualidad, los eventos deportivos de interés insular siguen a la espera de recibir la subvención de 2018, cuando ya estamos en julio de 2019.

Hace años todo iba bajo el paraguas de Gran Canaria 2014. Llegó 2014 y nace Gran Canaria Isla Europea del Deporte, un proyecto con una idea inicial que hoy en día es un pollo sin cabeza, con oficina de Grandes Eventos incluida en el presupuesto. Qué hará el nuevo consejero. Qué ideas tendrá. Lo que no se debe permitir es que la consejería de Deportes sea llevada como si fuese el escaparate de una simple foto en miles y miles de presentaciones, porque la peregrinación a la sala de prensa del Gran Canaria Arena ya cansa, mientras la gestión de la misma sea un canto al disparate. Con 30 millones de euros de presupuesto, la política deportiva en la isla de Gran Canaria merece otra forma de hacer las cosas y que el consejero de Deportes tenga una dedicación máxima a esta consejería y que se rodee, en esa losa de cargos adjuntos que ello conlleva, de gente competente y con peso para llevar a cabo una línea de actuación firme y decidida.