La Euroliga

Para los que no siguen este deporte, la Euroliga es la Liga de Campeones de fútbol pero en baloncesto. Deportivamente, la oportunidad que esta clasificación brinda a los jugadores del Granca y a sus seguidores es mayúscula. Los primeros jugarán contra los mejores del continente y los segundos disfrutarán del paso de grandes estrellas por el estupendo polideportivo de Siete Palmas. Con la Euroliga, el club puede y debe dar un salto de calidad. Tiene la oportunidad de cimentar un despegue que lo confirme como uno de los equipos más potentes del país.

Se requiere del Cabildo y a su vez se debe intentar reducir su peso en el club. Esta paradoja es sencilla.

La corporación insular debe acompañar a la directiva en las gestiones para cazar nuevos patrocinadores locales, nacionales e internacionales. Sobre todo a la hora de tocar al tejido empresarial local, tradicionalmente esquivo en estas parcelas y que puede que no sea consciente de la gran oportunidad para su propio negocio que significa estar en la Euroliga.

Para que el proyecto llegue a buen término se necesita un club que cuente con unos profesionales dignos de la Euroliga. Si éstos, en los despachos, no son capaces de captar los patrocinios privados necesarios, pondrán de manifiesto que no están a la altura de los jugadores ni de la afición que ha llevado en volandas al club durante este histórico final de temporada.

El tiempo de mirar para otro lado y esperar y confiar en que papá Cabildo apoquine es historia. Ahora se requiere de profesionales de nivel. La exigencia es máxima y el que no sea capaz de asumir esta nueva situación está de más, entre otras cosas, porque en la isla hay cientos que son capaces de llevar a cabo esta labor. Los abonados, entre los que me incluyo, estamos expectantes para saber si nos quedamos o nos vamos.