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La ética brilla por su ausencia

Jueves, 1 de enero 1970

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Llega una nueva edición del Gran Canaria Maratón, época de fotos y más fotos, récords e inscritos históricos, pero no voy a escribir de eso hoy, sino de lo que significa la ética, algo que en la sociedad en la que vivimos está en periodo de extinción. Según la RAE, ética es «perteneciente o relativo a la ética. Recto, conforme a la moral. Persona que estudia o enseña moral. Conjunto de normas morales que rigen la conducta de la persona en cualquier ámbito de la vida. Ética profesional, cívica, deportiva. Parte de la filosofía que trata del bien y del fundamento de sus valores». Moral y valores. Vamos al meollo.

El atletismo grancanario está de capa caída. Hay que echar mano de la hemeroteca para saber qué atleta de la isla ha estado por última vez en la élite. Pero hemos celebrado hasta una Copa de Europa de lanzamientos y sacamos pecho porque según la RFEA somos la séptima maratón de España. Pero algo ha cambiado. El atletismo se ha convertido sorpresivamente en un caramelo goloso para el Instituto Insular de Deportes del Cabildo de Gran Canaria e incluso alguno se vuelve loco por salir en una foto. Una foto, por cierto, que si se analiza en profundidad desvela una situación que no va reñida con la ética.

El IID que preside Ángel Víctor Torres le va a dar a la Federación Insular de Atletismo de Gran Canaria 183.700 euros mediante un convenio que a día de hoy -16 de enero- nadie ha explicado. A nivel federativo se habla del incremento de niños y niñas que practican atletismo. Con esta cantinela justifican las medidas a tomar, pero detrás no hay una base sólida y son castillos en el aire.

Regresando a la ética. El nuevo secretario de la Insular es el director de carrera del Gran Canaria Maratón y el nuevo vicepresidente de la Canaria -aún estoy esperando a que el presidente de la Regional me lo confirme aunque es vox populi- trabaja en la oficina de Grandes Eventos del IID. El consejero, su asesor y el gerente del IID miran hacia otro lado. Están en otra batalla. La política. Pero no es ético estas acciones internas con gente ocupando cargos y perteneciendo a organizaciones de eventos o a la oficina que debe controlar, en teoría, lo que se realice en la isla.

Hace unos años desde el IID se volvieron locos por el triatlón. Ahora están con el atletismo. El convenio firmado por 183.700 euros debe explicarse al detalle y de forma minuciosa, y de una vez y por todas desde la consejería se debe crear una oficina, pero no de grandes eventos y más fanfarrias, sino de control del dinero público, a qué se destina y si realmente se cumple con lo estipulado en el acuerdo.

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