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'Todo a la vez...', ¿de verdad?

Del director ·

Entre las virtudes de la película -dicen- está rescatar a actores de antaño

Francisco Suárez Álamo

Las Palmas de Gran Canaria

Miércoles, 25 de enero 2023, 23:15

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Después de la 'anormalidad' que supuso la irrupción de la covid-19 en nuestras vidas, había incluido entre mis particulares deberes para este año volver a la tradición de la vigilia nocturna para ver en televisión en directo la gala de entrega de los Oscar de Hollywood. Tras repasar la lista de candidaturas, ya empiezo a dudarlo. ¿De verdad 'Todo a la vez en todas partes' merece la friolera de once candidaturas? ¿De verdad que está en la lista de aspirantes al premio a Mejor Película, así como sus actores principales a los de sus respectivas categorías? Si al final triunfa, a lo mejor es que uno está fuera de ese multiverso del que habla la película y es mejor emigrar a otra dimensión, aquella de un tiempo pasado donde las películas se valoraban por su capacidad para resistir el paso del tiempo.

'Todo a la vez en todas partes' exige un sacrificio al espectador:aguantar más de dos horas ante la pantalla para ver una película que se supone que es entretenida, divertida y original. Estamos hablando de ciencia-ficción, que ya se sabe que es un género que suele poner una barrera de entrada al público masivo, pero en esta ocasión dicen que sus creadores optaron por rebajar esa exigencia a base de romper esquemas. Pero eso no es más que hacer una versión pretendidamente irónica de 'Matrix', tomarle el pelo a la moda digital con su metaverso y quizás reinterpretar las religiones orientales que nos hablan de que todos fuimos otra cosa en una vida anterior y seremos también algo diferente en una posterior. O en veinte vidas paralelas en universos que están a nuestro lado pero de los que no somos conscientes. O sea, como si al guionista de 'Origen' de Christopher Nolan le hubiesen dado la pastilla equivocada y sufriera alucinaciones pero de muy bajo coste.

Entre las virtudes -dicen- de la película está rescatar a actores que nunca tuvieron su minuto de gloria. Vale que tiene su mérito que una señora ya con años como Michelle Yeoh encuentre un papel protagonista y no solo a base de piruetas de artes marciales, como también vale que el antaño niño prodigio Ke Huy Quan (sí, el mocoso Tapón y Data de los 80 del siglo pasado) resucite con un papel de adulto. Pero quizás debería haber entonces una categoría en la Academia de Estados Unidos:el Oscar a la Resiliencia.

De todos modos creo que acabaré sucumbiendo a la tradición y cumpliré con los deberes automarcados. Aunque solo sea para luego hacerme el harakiri mental. A fin de cuentas, en 1979 el Oscar a Mejor Película fue para 'Kramer contra Kramer' y no para 'Apocalyse Now'.

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