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Un circo en el que participaron muchos

«Información, toda la necesaria para un país que la demanda, el resto, material residual para morbosos»

Viernes, 17 de julio 2020, 00:23

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Primero fue el Consejo Audiovisual de Andalucía (CAA) el que analizó el tratamiento mediático del rescate del niño Julen en Totalán (Málaga) por parte de las principales televisiones públicas y privadas del país. Este organismo pidió que se mantuviera «un respeto absoluto» de los derechos fundamentales de las personas involucradas en los mismos, como el derecho a la intimidad, al honor y a la propia imagen, además de que instó a las televisiones que huyeran «del amarillismo y de la espectacularización». Luego se adhirieron a este mensaje personajes como el escritor Arturo Pérez-Reverte, quien calificó de «festival mediático» y de «gran carnaval» las retransmisiones o el del actor y humorista José Corbacho, para quien «lo del niño Julen es una tragedia. Pero lo del circo mediático montado alrededor es una vergüenza».

Fueron solo algunas de las reacciones que se generaron tras la avalancha de información que se creó en España a raíz de la caída del menor en un pozo de Málaga y es en estos instantes cuando se deben de poner en la balanza la necesidad de información de un país que estaba desesperado por ver si encontraban o no con vida al pequeño Julen, y el posible exceso en las coberturas mediáticas. Más de cincuenta televisiones internacionales se trasladaron a la zona cero para hacer retransmisiones en directo, además de medios escritos y digitales que contaban minuto a minuto cualquier movimiento, aunque fuera irrelevante.

Y es que pocas veces un suceso de estas características han despertado tanta atención y conciencias y por eso, los despliegues tan enormes por parte de los informadores. Reconozco que en muchas ocasiones durante esos agónicos días, recurrí hasta al Twitter para estar al tanto de su habían avanzado o no en la perforación del túnel porque lo que veía por la televisión y en las webs no me bastaba. Quería estar al tanto minuto a minuto, y por eso se hizo importante la labor de los informativos.

Pero también coincido con las voces críticas que desde que encontraron el cuerpo del niño, todo debió de acabar y sobraron imágenes como las que se vieron en el tanatorio, en su pueblo y con vecinos y familiares hasta varios días después. Todo ello aderezado con periodistas que se convirtieron en protagonistas al ser felicitados por tratar la información con respeto, algo que debe de ser una máxima inquebrantable en el ejercicio de esta profesión.

Información, toda la necesaria para un país que la demanda, el resto, material residual para alimentar el morbo de aquellos que no tienen otra cosa que hacer.

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