Trabajo, pero precario
... y los gatos tocan el piano ·
Dice un informe reciente del BBVA que «millones de personas en Europa no podrían soportar una falta de ingresos superior a dos meses» sin políticas gubernamentales generosas y específicas. En el caso de España, el 33% de los hogares, tres de cada diez, «se encuentra en una situación financiera altamente vulnerable», muchos de ellos monomarentales.La renta básica, el ingreso mínimo vital o la inserción canaria de empleo son algunos de los instrumentos, junto a los ERTE, utilizados por los gobiernos para paliar esta situación que habría que afrontar con valentía política y menos cinismo. Curiosamente, y aunque estas no funcionen del todo por la falta de empleados públicos y las trabas burocráticas -se gasta más en comprobar que el pobre es pobre que en darle la ayuda- cierta parte de la sociedad ha emprendido una campaña contra «las paguitas», la «sopa boba» o cualquier otro término despectivo de la jerga Borjamary.Las empresas no encuentran mano de obra porque «la gente prefiere cobrar el paro o la ayuda social a trabajar», dicen. Basta con leer los titulares a cuenta de los 250 euros extra que el Gobierno canario va a ingresar a familias vulnerables para captar el asunto. La calderilla que se reparte entre miles de desgraciados se convierte en un buen pellizco si se concentra en las pocas manos de la elite que quiere salvar España.El problema, obviamente, no es que la gente no quiera trabajar, sino que no quiere ser esclava. Trabajar, como indica también el último informe de la Red Europea de Lucha contra la Pobreza y la Exclusión Social (EAPN) no te saca de pobre por la miserabilidad de los sueldos y la precariedad de los contratos. El «tejido productivo» canario se basa en abrir zanjas, recoger plátanos y limpiar habitaciones y no está dispuesto a dar condiciones dignas a cambio. Pero, sin mano de obra, también ese empresariado será vulnerable y no aguantará «una falta de ingresos superior a dos meses», algo que, como diría Hegel, parece que no prevén cuando se oponen a cualquier mejora laboral.
