Secciones
Servicios
Destacamos
Comparece Pedro Sánchez para hacer balance del año que termina y lo hace delante de un lema que dice 'Cumpliendo'. Cabe preguntar con quién cumple - ... o cree que cumple- porque si escuchamos a Sumar, no es con ellos; si oímos a Carles Puigdemont, tampoco es con él; otro tanto con el Partido Nacionalista Vasco, y así hasta completar el arco variopinto de partidos que dieron su voto favorable a la investidura presidencial.
No es menos cierto que ahí sigue Sánchez y que no parece que vaya a caer en breve. Salvo, claro está, que los acontecimientos judiciales se precipiten, pero también está claro que, cuanto más débil esté el presidente, más tajada sacan los diferentes aliados parlamentarios cada vez que hay que afrontar una votación en el Congreso.
En el otro lado de la bancada, el Partido Popular crece en las encuestas y es consciente de que el desgaste de imagen de Sánchez es su mayor activo. Pero los populares tienen a corto plazo un problema que es, de facto, su mayor riesgo a medio y largo plazo: si se alían con Vox, es muy difícil que los partidos nacionalistas sumen sus votos a una censura o a una hipotética investidura. Y por eso mismo, cabe intuir que si hay elecciones y PP y Vox suman mayoría absoluta, los de Abascal no se van a contentar con dar el sí a Feijóo y ser meros espectadores. ¿Aceptará el líder del PP dar a Abascal una cartera ministerial o incluso una vicepresidencia? Esa pregunta es la gran losa que pesa sobre el PP y sobre las opciones de un cambio en el poder en España.
El resultado es un tira y afloja que en apariencia no lleva a ninguna parte. Unos no se soportan pero no rompen y otros no dan un paso al frente porque son conscientes de que hacer tándem les deja aislados. En medio de ese choque de trenes está un país sometido a una polarización extrema pero con una economía instalada en un boom del consumo que ya veremos cuánto dura y qué nivel de endeudamiento nos deja. El público, al menos hasta la fecha, está desbocado y en algún momento habrá que pagar la factura (y con intereses).
Sánchez llega a estas navidades convencido de que está «cumpliendo» pero lo único seguro es que van pasando los días sin que lo haga con la debida transparencia ante las diferentes sospechas judiciales en su entorno. Fiarlo todo a que el dúo formado por PP y Vox no tiene futuro es creer demasiado en las posibilidades de Sánchez. Claro que eso no es mucha sorpresa tratándose de Sánchez.
¿Ya estás registrado/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para registrados.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para registrados
¿Ya eres registrado?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.