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Del director ·

La ordenación territorial determina en gran medida el modelo económico

Francisco Suárez Álamo

Las Palmas de Gran Canaria

Lunes, 12 de diciembre 2022, 23:09

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Al mismo tiempo que el Cabildo de Gran Canaria aborda la revisión de su Plan Insular de Ordenación (PIO), piedra angular del desarrollo de la isla, el Parlamento debate sobre si el crecimiento demográfico de Canarias es ordenado o disparatado. Y todo ello llega cuando la legislatura está a punto de acabar, de manera que entramos en los llamados 'minutos de la basura', esos en los que a veces -demasiadas- se toman decisiones pensando más en las elecciones que se avecinan que en el futuro a medio y largo plazo.

La ordenación territorial determina en gran medida el modelo económico. Si se habilitan más camas turísticas y llegan tiempos de bonanza económica, pues resulta evidente que esas camas serán creadas y ocupadas. Lo deseable sería que en paralelo se remozarán las existentes, se subieran los estándares y calidad y así arañásemos cuota de mercado en el segmento de visitantes con mayor poder adquisitivo, pero eso precisa de músculo financiero por parte del sector alojativo, cosa que no siempre existe. Además, el modelo turístico que hemos heredado se sustenta en el 'cuantos más vengan, mejor', y eso no se cambia de la noche a la mañana.

Si, en paralelo, tenemos un déficit estructural en materia formativa, de manera que hay empleos turísticos que no son atendidos porque no aparece personal que se ajuste a lo que pide el sector, pues resulta evidente que el empleador acabará buscando mano de obra foránea. Como también será inevitable que esta siga viniendo. Por resumirlo en algo que puede parecer un tópico pero que es real como la vida misma: si el hotelero no encuentra en Canarias animadores para las piscinas o para atender a los niños en los clubes infantiles que sepan al menos inglés y alemán, además de español, pues al final acabarán llegando extranjeros que hablan perfectamente los dos primeros idiomas y que ya se las compondrán para aprender algo de español y timonearse.

Hace tiempo que esas tres grandes piezas -la de ordenación territorial, la de redefinición del modelo económico y la formativa- debieron encajarse. Porque solo a partir de ahí se puede articular un debate demográfico que sirva para algo más que para concluir que algo que, evidentemente, hay un problema. Pero algo ha fallado como sociedad, pues no se ha hecho e -insisto en ello- está a punto de agotarse otra legislatura.

Será interesante leer las conclusiones de la comisión parlamentaria, pero será como ver un capítulo aislado de una serie televisiva.

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