Riesgos carnavaleros
No recuerdo carnavales tan fríos y lluviosos como los que estamos viviendo este año. Y las consecuencias se han ido dejado notar de lo lindo. En Las Palmas de Gran Canaria se han visto obligados a variar las fechas el concurso de murgas y ya veremos qué pasa con las reinonas; mientras que en Puerto del Rosario se han suspendido algunos actos. En Arrecife, la parte que tengo más cercana y que he podido vivir en primera persona, ha tocado celebrar los concursos bajo una carpa que no reúne las mejores condiciones.
Ya hubo alguna gotera en la noche del domingo, en el concurso drag; pero fue el miércoles, en el tercer día del certamen de murgas, cuando quedó bien patente que el espacio, con aforo oficial para casi 1.700 personas, no está para espectáculos si existe un declaración oficial de prealerta o alerta por malas condiciones climatológicas. Los chorros de agua cayendo desde el techo y los charcos junto al cableado eléctrico fueron vistos por todos. Y muy lógico que se temiera por alguna desgracia.
Afortunadamente, no aconteció nada grave. Y menos mal. Pero atendiendo a lo visto, estoy convencido de que aún hay este fin de semana, en el gobierno municipal, quien se está arrepintiendo, convencido estoy, de no haber suspendido el acto. Máxime, cuando se sabía desde la misma tarde del miércoles cómo se había obrado de esta guisa en la capital provincial.
Confío en que se haya tomado buena cuenta de cómo no hay que actuar cuando las circunstancias son adversas, por un lado, con vistas a 2019 y sucesivos. Y por otra parte, espero que de una vez por todas se tomen en serio en Arrecife la necesidad de habilitar un recinto propio de las necesidades de la capital de la tercera isla de Canarias. Porque de lo contrario, igual habría que ir pensando en hacer permanente la temática carnavalera. Noches de terror.
No recuerdo carnavales tan fríos y lluviosos como los que estamos viviendo este año. Y las consecuencias se han ido dejado notar de lo lindo. En Las Palmas de Gran Canaria se han visto obligados a variar las fechas el concurso de murgas y ya veremos qué pasa con las reinonas; mientras que en Puerto del Rosario se han suspendido algunos actos. En Arrecife, la parte que tengo más cercana y que he podido vivir en primera persona, ha tocado celebrar los concursos bajo una carpa que no reúne las mejores condiciones.
Ya hubo alguna gotera en la noche del domingo, en el concurso drag; pero fue el miércoles, en el tercer día del certamen de murgas, cuando quedó bien patente que el espacio, con aforo oficial para casi 1.700 personas, no está para espectáculos si existe un declaración oficial de prealerta o alerta por malas condiciones climatológicas. Los chorros de agua cayendo desde el techo y los charcos junto al cableado eléctrico fueron vistos por todos. Y muy lógico que se temiera por alguna desgracia.
Afortunadamente, no aconteció nada grave. Y menos mal. Pero atendiendo a lo visto, estoy convencido de que aún hay este fin de semana, en el gobierno municipal, quien se está arrepintiendo, convencido estoy, de no haber suspendido el acto. Máxime, cuando se sabía desde la misma tarde del miércoles cómo se había obrado de esta guisa en la capital provincial.
Confío en que se haya tomado buena cuenta de cómo no hay que actuar cuando las circunstancias son adversas, por un lado, con vistas a 2019 y sucesivos. Y por otra parte, espero que de una vez por todas se tomen en serio en Arrecife la necesidad de habilitar un recinto propio de las necesidades de la capital de la tercera isla de Canarias. Porque de lo contrario, igual habría que ir pensando en hacer permanente la temática carnavalera. Noches de terror.
No recuerdo carnavales tan fríos y lluviosos como los que estamos viviendo este año. Y las consecuencias se han ido dejado notar de lo lindo. En Las Palmas de Gran Canaria se han visto obligados a variar las fechas el concurso de murgas y ya veremos qué pasa con las reinonas; mientras que en Puerto del Rosario se han suspendido algunos actos. En Arrecife, la parte que tengo más cercana y que he podido vivir en primera persona, ha tocado celebrar los concursos bajo una carpa que no reúne las mejores condiciones.
Ya hubo alguna gotera en la noche del domingo, en el concurso drag; pero fue el miércoles, en el tercer día del certamen de murgas, cuando quedó bien patente que el espacio, con aforo oficial para casi 1.700 personas, no está para espectáculos si existe un declaración oficial de prealerta o alerta por malas condiciones climatológicas. Los chorros de agua cayendo desde el techo y los charcos junto al cableado eléctrico fueron vistos por todos. Y muy lógico que se temiera por alguna desgracia.
Afortunadamente, no aconteció nada grave. Y menos mal. Pero atendiendo a lo visto, estoy convencido de que aún hay este fin de semana, en el gobierno municipal, quien se está arrepintiendo, convencido estoy, de no haber suspendido el acto. Máxime, cuando se sabía desde la misma tarde del miércoles cómo se había obrado de esta guisa en la capital provincial.
Confío en que se haya tomado buena cuenta de cómo no hay que actuar cuando las circunstancias son adversas, por un lado, con vistas a 2019 y sucesivos. Y por otra parte, espero que de una vez por todas se tomen en serio en Arrecife la necesidad de habilitar un recinto propio de las necesidades de la capital de la tercera isla de Canarias. Porque de lo contrario, igual habría que ir pensando en hacer permanente la temática carnavalera. Noches de terror.