Las algas y la bioeconomía azul. El papel de Europa
La Unión Europea ha incorporado las algas a su estrategia de bioeconomía con iniciativas que impulsan su producción y aprovechamiento sostenible
Rafael Robaina Romero
Catedrático de Fisiología y Biotecnología Vegetal, Universidad de Las Palmas de Gran Canaria
Miércoles, 22 de octubre 2025, 23:13
La industria global de las algas marinas ha crecido de forma acelerada en las últimas décadas. La mayor parte de la producción se destina al ... consumo humano y se concentra en Asia, especialmente China e Indonesia. En 2019, la producción global de algas marinas alcanzó aproximadamente 36 millones de toneladas (peso húmedo), de las cuales el 97% provino de cultivos y solo el 3% de recolección silvestre. Esta cifra triplica la producción del año 2000 (11-12 millones de toneladas). El valor del mercado global de algas marinas se estimó entre 8.300 y 9.900 millones de dólares estadounidenses en 2023, con proyecciones de crecimiento hasta 12.500-17.800 millones de dólares para la próxima década. La mayor parte de este valor (75-85%) proviene del consumo humano directo, especialmente en Asia.
El mercado está en expansión, con una tasa anual de crecimiento cercana al 8-9% desde 2014. La producción por cultivo ha desplazado casi por completo a la recolección silvestre, especialmente en Asia. Se prevé una propagación hacia nuevos mercados y aplicaciones (bioplásticos, bioenergía, nutracéuticos), aunque el consumo humano sigue siendo el principal motor.
Aprovechamos más de 200 especies de algas marinas pertenecientes a tres grandes grupos que son distinguibles por su contenido pigmentario: rojo (Rhodophyta), pardo (Ochrophyta, Phaeophyceae) o verde (Chlorophyta). No todas se destinan al consumo humano directo, ya que, algunas algas rojas y pardas producen unos compuestos conocidos como ficocoloides (fico del griego phykos, significa alga o hierba marina) que tienen propiedades estabilizantes para alimentos y como excipientes en productos cosméticos. Así que, de una forma u otra, hemos estado usando las algas durante mucho tiempo.
La Unión Europea ha incorporado las algas a su estrategia de bioeconomía con iniciativas que impulsan su producción y aprovechamiento sostenible. La Comunicación Towards a strong and sustainable EU algae sector (2022) marca la hoja de ruta para ampliar la producción de micro- y macroalgas, fomentar su consumo seguro y abrir nuevos usos en alimentación, piensos, bioproductos y captura de carbono. El EU Blue Bioeconomy Report 2022 analiza el potencial y los retos de su cultivo y comercialización, mientras que la Blue Bioeconomy Innovation initiative, enmarcada en el European Ocean Pact, apoya a pymes y start-ups en el escalado de la producción y en la valorización de biomasa acuática residual hacia 2027.
A estas acciones se suma la plataforma EU4Algae, que reúne a más de un millar de actores del sector (investigadores, empresas, autoridades e inversores) para acelerar el desarrollo de un mercado europeo de algas mediante el intercambio de conocimiento, el seguimiento de proyectos, el impulso de nuevas especies en el mercado y la organización de eventos de sensibilización. Asimismo, el portal de conocimiento de la Estrategia de Bioeconomía Europea resalta que las algas siguen siendo un recurso poco explotado, pero con gran potencial para sectores como la alimentación, la cosmética, los fertilizantes y los combustibles verdes.
La producción sostenible de algas por acuicultura reposa en la capacidad que tengamos de manejar su ciclo de vida, como ocurre con las plantas terrestres cultivadas. Pero también debemos impulsar la transferencia y la divulgación de su conocimiento para su mayor aceptación como producto marino.
Transferencia: el proyecto europeo I3-4-Seaweed
El proyecto Interregional innovation investments for the piloting, demonstration and scale-up of innovative seaweed/algae-based solutions and ecosystem building (I3-4-Seaweed) comenzó oficialmente en septiembre 2024 como una nueva iniciativa europea destinada a fomentar la innovación y la colaboración interregional en el sector de las algas marinas, con el objetivo de invertir en la innovación de las algas marinas en diferentes regiones europeas, el proyecto I3-4-Seaweed reúne a socios de Portugal, Bélgica, Países Bajos, España, Irlanda y Alemania para impulsar el crecimiento sostenible y abordar las necesidades regionales en la economía azul.
Ante la creciente demanda mundial de productos sostenibles, las algas ofrecen un inmenso potencial como recurso sostenible y renovable. Esta versátil materia prima ofrece una amplia gama de aplicaciones, desde alimentos y cosméticos hasta bioplásticos y productos farmacéuticos. El proyecto I3-4-Seaweed está diseñado para impulsar el sector mediante la coordinación de recursos y conocimientos de seis países europeos clave y garantizando un enfoque colaborativo y holístico. Los productos a base de algas no gozan de reconocimiento generalizado entre la población de las regiones destinatarias, por lo que el proyecto I3-4-Seaweed pondrá en marcha campañas de sensibilización, como el foro desarrollado en Las Palmas de Gran Canaria, para mostrar su potencial y las oportunidades que ofrecen los productos innovadores.
El proyecto vinculará y apoyará seis casos de inversión para desarrollar tecnología y productos derivados de las algas marinas, que incluyen la producción de pigmentos de las algas marinas en Irlanda o de nuevos productos alimenticios a base de algas en Bélgica y los Países Bajos. En España, los socios del proyecto desarrollarán bioestimulantes menos contaminantes, utilizando extractos de algas marinas para ayudar al crecimiento de los cultivos sin dañar el entorno natural. Por su parte, los casos de inversión portugueses incluyen cosméticos sostenibles a base de algas marinas, así como nuevas tecnologías de control para aumentar el rendimiento y la eficiencia en las granjas de algas marinas. Los socios, expertos en investigación y consultoría de los países participantes, apoyarán los casos de inversión con recursos técnicos y empresariales. La colaboración entre regiones será un enfoque central.La Universidad de Las Palmas de Gran Canaria (ULPGC) participa con un papel importante como socio experto en investigación en macroalgas marinas, coordinando las tareas de los 'paquetes'(WP) dos y cuatro, así como varias actividades del WP3. Nuestro objetivo particular es que se establezcan relaciones en el desarrollo de este proyecto que sirvan además para consolidar alguna empresa de producción de macroalgas y sus derivados en Canarias.
Se destinan para ello financiación de 9 millones de euros para tres años, incluidos 6,8 millones de euros de la Agencia Ejecutiva del Consejo Europeo de Innovación y de las Pequeñas y Medianas Empresas (EISMEA) de la UE, se espera que I3-4-Seaweed tenga un impacto sustancial en el sector de las algas marinas, al tiempo que conecte la industria de las algas marinas en Irlanda, Benelux, la Península Ibérica y las Islas Canarias.
Aparte de los socios empresariales del proyecto, 30 nuevas empresas y pymes dedicadas a las algas marinas en las regiones de los socios tendrán la oportunidad de optar a una ayuda financiera del proyecto de hasta 60.000 euros cada una (https://i3-4-seaweed.eu/open-call/), para apoyarles en el desarrollo de soluciones sostenibles basadas en las algas marinas y hacer frente a los retos a los que se enfrenta el sector, al tiempo que se les proporciona apoyo formativo específico.
Divulgación
El foro Seaweed Industry Contribution to Blue-Bioeconomy FORUM '25 reunió el pasado 2 de octubre en Casa África (Las Palmas de Gran Canaria) a investigadores, empresas e instituciones para debatir el potencial de las algas en la bioeconomía azul. El acto inaugural contó con la participación del director general de Casa África, José Segura Clavel; el consejero de Sector Primario y Soberanía Alimentaria del Cabildo de Gran Canaria, Miguel Hidalgo; y el rector de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria, Lluís Serra. Todos coincidieron en señalar que Canarias, por su posición geográfica y su vocación marítima, está llamada a desempeñar un papel clave en el desarrollo de este sector emergente.
Las ponencias centrales corrieron a cargo de Celine Rebours, investigadora especializada en biotecnología marina, con una amplia trayectoria en el estudio del cultivo y aprovechamiento sostenible de algas, y de Caterine Verde, Project Officer en la European Innovation Council and SMEs Executive Agency (EISMEA) de la Comisión Europea, responsable de coordinar programas de innovación y apoyo al emprendimiento en sectores estratégicos.
La Dra. Rebours presentó los avances científicos que muestran cómo las algas pueden contribuir de forma decisiva a la mitigación del cambio climático y abrir nuevas oportunidades en alimentación, fertilizantes, cosmética y biotecnología. Caterina Verde, por su parte, puso el acento en el papel de las instituciones europeas y en la necesidad de articular cadenas de valor sostenibles, que conecten investigación, industria e inversión, asegurando un marco regulatorio estable que favorezca el crecimiento del sector a escala industrial.
Las sesiones específicas dedicadas al archipiélago presentaron tres experiencias destacadas en proyectos de cultivo, biotecnología y aplicaciones empresariales en alimentación, fertilizantes y cosmética (Flavio Guidi, ITC, Juan Gomez Pinchetti BEA y Joaquin Ortíz, Macrocarbon). Además, se abordó la necesidad de crear un marco regulatorio claro y estable. En este sentido, los representantes del Gobierno de Canarias, (Javier Franco Hormiga, Director ACIISI) el Cabildo de Gran Canaria (Alejandro Baez, Director Insular) y el Instituto Tecnológico de Canarias (Eduardo Portillo, ITC) coincidieron en la oportunidad de redactar un manifiesto que propone simplificar trámites administrativos y dar mayor seguridad jurídica a futuros inversores. Durante el debate, la Dirección General de Pesca se unió desde el público (Magdalena Rodríguez), manifestando su apoyo sin ambages al futuro manifiesto como herramienta clave para dar seguridad y confianza al sector.
El encuentro reunió también a empresas del sector alimentario y de fertilizantes de España (Luis Lombana, Ficosterra), Irlanda (Maewe Edwards, ISC, Lorraine Gallagher, TSC) y portugal (Ines Oliveira, Alga +), moderados en su intervención por Martins Latskowski), así como a científicos especializados en cultivo y tecnología de los alimentos, aportando una visión multidisciplinar: Rafael Robaina, ULPGC, Jesssica Koop, NIOZ de Holanda e Ilse Fraeye KUL de Bélgica, moderados por Kaat Van Hagen VIVES de Bélgica. Los aspectos de financiación europea disponible fueron tratados en una sesión específica moderada por Daniel Silva, con la intervención de Vagner Morais, BGT de Bélgica, Oriane George, F6S Irlanda y Luis Lombana, Ficosterra España)
El foro, organizado por Daniel Silva, Oriane George, Martins Latskowski y Rafael Robaina, miembros del consorcio del proyecto europeo I3-4-Seaweed, contó con la financiación del Cabildo de Gran Canaria (convocatoria de proyectos singulares) y de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria, que asumió los actos sociales. Registró un total de 363 visualizaciones en línea (247 en directo) y 94 participantes registrados, 70 representantes de instituciones no empresariales 24 participantes del ámbito empresarial de diferentes sectores. Las intervenciones completas pueden verse en YouTube.
El papel de Canarias. Datos objetivos
Para que una industria pueda consolidarse en una zona geográfica concreta es fundamental disponer de infraestructuras adecuadas que aseguren la logística y la producción, contar con capital humano formado y especializado, impulsar la innovación a través de universidades y centros de investigación, y promover la colaboración entre administraciones, empresas y comunidades locales, siempre bajo criterios de sostenibilidad ambiental y social que garanticen beneficios compartidos.
Canarias cuenta hoy con una sólida base para el desarrollo de nuevas industrias vinculadas a la economía azul y la innovación. En el ámbito de las infraestructuras científicas y tecnológicas, el archipiélago dispone de referentes como el Instituto Tecnológico de Canarias (ITC) que en los últimos años ha hecho un despliegue de infraestructura para la incubación de empresas de base biotecnológica multimillonario.
Desde sus instalaciones en Pozo Izquierdo, impulsa proyectos pioneros como Blueact, que dota al área experimental de biotecnología azul y acuicultura de nuevas infraestructuras y equipamiento para apoyar a empresas emergentes en cultivo y procesado de biomasa marina. En paralelo, desarrolla cultivos piloto de microalgas en condiciones reales que demuestran la viabilidad técnica y productiva de especies nativas bajo el clima canario.
El ITC también forma parte de la Incubadora de Alta Tecnología en Biotecnología Azul y Acuicultura (IAT Bioasis), que ofrecerá a startups y pymes acceso a laboratorios, salas de procesado y servicios de asesoramiento técnico, reduciendo barreras de entrada para nuevos proyectos. Su liderazgo en iniciativas como Macbioblue, centrada en la transferencia tecnológica para la Macaronesia, y su participación en proyectos como Algasal+, que aprovecha vertidos salinos de desaladoras para el cultivo de algas, confirman su papel como motor de innovación sostenible.
Gracias a estas acciones, el ITC no solo aporta infraestructuras y servicios de I+D de primer nivel, sino que actúa como puente entre la ciencia, la administración y el sector empresarial, facilitando que la biotecnología azul se convierta en una realidad económica y social para Canarias.
En cuanto al capital humano y la innovación, las universidades públicas -la Universidad de Las Palmas de GC y la Universidad de La Laguna- desempeñan un papel esencial, formando talento especializado y promoviendo iniciativas que acercan a los estudiantes a los retos reales de la movilidad, el litoral y las infraestructuras. Grupos de investigación como el de Fisiología y Biotecnología de Vegetales Marinos (FBVM) del IUNAT, fundado a finales de los años 80 del siglo pasado, han abierto camino en el conocimiento de la reproducción de las algas desde la mirada molecular. Su aportación combina ciencia fundamental y visión aplicada, enlazando la investigación académica con las oportunidades de desarrollo de la economía azul.
También perteneciente a la ULPGC, el Banco Español de Algas (BEA), con su trabajo en conservación y distribución de especies de microalgas y de macroalgas, evidencia una comunidad investigadora con experiencia consolidada en biotecnología marina y en aplicaciones industriales emergentes.
El Departamento de Botánica de la Universidad de La Laguna ha sido decisivo para conocer la riqueza algal de Canarias. Desde hace décadas, sus investigadores han elaborado catálogos y atlas de distribución de macroalgas, han descrito especies nuevas para la ciencia y han documentado la llegada de algas invasoras, aportando información esencial sobre la biodiversidad marina del archipiélago. Gracias a este trabajo continuado, hoy se dispone de una base de conocimiento sólida sobre la flora marina canaria, un recurso científico que resulta imprescindible tanto para la conservación de los ecosistemas litorales como para impulsar nuevas oportunidades ligadas a la economía azul.
El trabajo de la Universidad de La Laguna se completó durante décadas con la labor del antiguo Departamento de Productos Marinos del Instituto de Bio-Orgánica Antonio González, pionero en el estudio de compuestos bioactivos de las algas. Desde allí se impulsaron investigaciones sobre metabolitos secundarios de especies marinas, muchos de ellos con aplicaciones potenciales en farmacología, nutrición y cosmética. Ese esfuerzo pionero situó a Canarias en el mapa de la investigación internacional en química de productos naturales de origen marino y dejó un legado científico que sigue siendo referencia para nuevas líneas de desarrollo en biotecnología azul.
Para la formación de profesionales, se dispone específicamente de los Grado en CC del Mar, Ingeniería Química, Química (orgánica), Biología y, recientemente el de Biotecnología que ha comenzado este curso 2025-2026 en la ULPGC.
Hacia una solución en la administración de permisos
A pesar de todas estas potencialidades, el desafío lo encontramos en la inexistencia de un marco normativo claro y estable que permita atraer capital y dar seguridad al sector. Algunos empresarios han tenido que abandonar proyectos, con pérdidas económicas significativas. Por ello, los científicos, técnicos y responsables políticos de la gestión de la investigación y la innovación y los recursos pesqueros, muchos presentes en el foro de Casa África, creemos imperativo trabajar para que se produzca una mejora inmediata y sustantiva en:
• La simplificación administrativa que garantice procedimientos ágiles y transparentes para la implantación de proyectos de cultivo y transformación de algas.
• La seguridad jurídica para ofrecer un marco normativo estable que genere confianza y atraiga inversión nacional e internacional.
• El apoyo a la innovación que fomente la colaboración entre universidades, centros de investigación y empresas para impulsar nuevas aplicaciones industriales de las algas.
Todo ello en un contexto que asegure que el desarrollo del sector se realice bajo criterios de protección de la biodiversidad marina y de los ecosistemas costeros, la generación de empleo y cohesión social, favoreciendo la creación de empleo cualificado.
Con la voluntad política constatada, la innovación científica y la colaboración empresarial, Canarias puede transformar su riqueza marina en un motor de sostenibilidad, empleo y liderazgo global. El foro internacional celebrado en Casa África ha sido el mejor entorno para hacerlo patente.
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