Sin tiempo que perder

La consejería de Deportes en estos últimos cuatro años, en manos del PSOE, se convirtió en una pasarela Faskion Week de fotos y más fotos, con subvenciones sin ton ni son, en su mayoría a eventos sin ningún peso para la isla, y cuando llegaban temas trascendentales, el presidente del Cabildo, Antonio Morales (NC), tenía que coger el toro por los cuernos hasta que en la etapa final ya el consejero del área fue apartado sutilmente de las fotos realmente importantes.

Pero es hora de mirar al futuro. El CB Gran Canaria sigue sobreviviendo gracias al dinero público. Ahora ha logrado un patrocinador, gracias a la negociación cabildicia, pero jugar la Euroliga la próxima temporada supone un desembolso aún mayor a los 4,5 millones de euros actuales. Si a día de hoy, el Cabildo soporta el 51,25% del presupuesto, cuánto se incrementará esta aportación. Pero es que ahora nos encontramos con otro bendito problema. Si hay dinero para el CB Gran Canaria, qué pasa con la UD Las Palmas. ¿Es más importante la Euroliga o la Primera División? El Cabildo aporta a la UD 1,6 millones de euros. Ahora al estar en Primera cuánto se incrementará esa cuantía. Desde la UD están muy atentos a los movimientos en torno al CB Gran Canaria, porque todos quieren lo mejor, pero cada uno mira por lo suyo y al final la defensa y promoción de Gran Canaria tiene una balanza que hay que saber medir. Y al margen de estos dos clubes, el resto de equipos de élite -voleibol, balonmano, hockey, etc- quieren incrementar presupuesto para garantizar más títulos.

A rey muerto, rey puesto. Todas las miradas de un posible pacto NC-PSOE en el Cabildo ponen las miradas en Aridany Romero, hasta ahora concejal de Deportes del Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria, como máximo candidato a dirigir la consejería de Deportes y el IID. En estos días de apuestas y negociaciones, lo que está claro es que la UD y el CB Gran Canaria estarán sobre la mesa, pero también urge un plan para el deporte y los deportistas de Gran Canaria, ya que no solo se vive de la élite. Siguiendo la trayectoria de Romero en la capital, las infraestructuras serán prioritarias, ¿pero habrá dinero para todo y para todos?