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Selección alemana. EFE
Qatar 2022, sangre y fútbol

Qatar 2022, sangre y fútbol

El Triángulo ·

Quizás aún no es tarde para forzar el cambio de sede. Y si lo es, al menos que el fútbol sirva para imponer el respeto a la dignidad humana.

Sábado, 27 de marzo 2021, 07:00

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Lo publicó 'The Guardian' hace pocas semanas. En la última década, las obras en Qatar vinculadas con el mundial de fútbol de 2022 se llevaron por delante un mínimo de 6.500 vidas humanas. Es decir, al menos 650 fallecidos por año en un país con menos de 3 millones de habitantes. Para comparar, los valores se asemejan a los registros de fatalidad laboral en España, con la particularidad de que en nuestro territorio vamos camino de sumar 50 millones de almas.

Fue en 2010 cuando la FIFA dio el torneo al país petrolero en una decisión con controversia. Qatar es un territorio donde el respeto a los derechos humanos no es precisamente ejemplar. Además, apenas tiene tradición balompédica y sus temperaturas son inapropiadas para el deporte de alta competición.

En 2013, 'France Football' dio con las claves de la concesión. Los cataríes pagaron sobornos para conseguir votos a favor de la candidatura, viéndose implicado hasta el mismísimo expresidente francés Nicolas Sarkozy. Otros ilustres del panorama internacional implicados en el chantaje fueron Sepp Blatter, Julio Grondona y Michael Platini.

Y no solamente tenemos sobre la balanza las más de 6.500 vidas perdidas a partir de 2010. También están los miles y miles que han venido trabajando en régimen próximo a la esclavitud, como se ha denunciando por Amnistía Internacional. La mayor parte de las víctimas fatales son migrantes de Bangladesh, India y Nepal, sumándose así un episodio más al tiempo de dejar a las claras que Qatar 2022 va a ser un mundial marcado con sangre.

Con estos argumentos, se agradece el gesto de las selecciones de Noruega y Alemania en las eliminatorias iniciadas esta semana. Quizás aún no es tarde para forzar el cambio de sede. Y si lo es, al menos que el fútbol sirva para imponer el respeto a la dignidad humana.

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