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Porque ya es hora

Claro que la convocatoria del 8 de marzo es una huelga política, porque abordar la discriminación y la desigualdad es campo de la política

Jueves, 1 de enero 1970

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Hay que reconocer que cuando se trata de elaborar argumentarios el PP marca hitos. Lo ha vuelto a hacer a cuenta de la huelga feminista convocada para el próximo 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer. Se trata de una convocatoria reivindicativa que el PP tilda de «política» (la versión amable de la derecha, Ciudadanos, la ha llamado huelga «ideológica»), además de para «élites feministas» y que pretende «romper nuestro modelo de sociedad occidental».

La respuesta a las tres llamativas acusaciones es sencilla: sí, no porque no existen y sí. Claro que es una huelga política, porque abordar la discriminación y la desigualdad es campo de la política. Por supuesto que no es una huelga para las «élites feministas», porque como concepto no define nada real, y porque, no lo olvidemos, todas las trabajadoras y trabajadores que hacen huelga, sean autónomos o por cuenta ajena, pierden la parte proporcional de salario.

Por último, es evidente que pretende «romper nuestro modelo de sociedad occidental». De eso se trata. Porque ese modelo es monocorde, porque no reconoce los diferentes tipos de familia ni los diferentes tipos de identidades sexuales, porque ese modelo defiende el heteropatriarcado y desprecia e invisibiliza los logros de las mujeres. Porque sirve de cobertura a las sandeces de HazteOir y a sus «verdades científicas», porque permite la segregación por sexo en las escuelas. Porque ese modelo sigue matando a mujeres, abusando de ellas y despreciando a las víctimas cuando tratan de seguir con sus vidas. Claro que hay que romper ese modelo rancio, simplista, violento, racista y heteronormativo. Porque ya es hora.

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