Esta noche será larga
En la sede de Génova, el resultado delatará si Isabel Diaz Ayuso va a estar por detrás, al lado o por delante de Nuñez Feijóo
Fin de semana de alta temperatura ambiental y política en toda España y, por supuesto, también en nuestras Islas. Las cíclicas olas de calor veraniegas ... se mezclan con la alta temperatura política que ha rodeado estos dos meses electorales. Aunque la precampaña electoral para las pasadas elecciones locales y autonómicas, celebradas el pasado 28 de mayo, arrancó con mucha fuerza desde principios de año, fueron el conocimiento de sus resultados y la sorprendente convocatoria de las generales para este fin de semana lo que terminó por tensar al máximo la temperatura política en todo el estado.
Los resultados del pasado 28 de mayo y los que se pronostican para este fin de semana confirman la fragmentación político-ideológica de España. Por una parte, el bloque de izquierdas que pivota sobre el eje PSOE y Sumar. Por la otra, partiendo ambos del reconocimiento a sus diferencias, a PP y Vox les une, por encima de todo, el objetivo de lo que ellos denominan 'derogar el sanchismo'. En su particular mano a mano, Pedro Sánchez y Alberto Nuñez Feijóo se juegan gran parte de su futuro político. Si pierde el Gobierno, una nueva derrota electoral colocaría a Sánchez en una situación interna insostenible.
Es inexplicable el desafecto que ha ido cosechando Sánchez dentro y fuera de su partido. Aun con el escollo económico y social que ha podido suponer la pandemia y la guerra de Ucrania, las políticas económicas expansivas impulsadas por Europa para contrarrestar los efectos de las mismas han sido un verdadero balón de oxígeno para los gobiernos de la Unión Europea, entre ellos el de España. Innegablemente, habría que recurrir a la primera etapa de los gobiernos de Felipe González para encontrar un periodo tan fructífero en la conquista de derechos sociales como los logrados con el Gobierno de Sánchez.
Sin entrar a valorar las consecuencias que puedan tener a largo plazo, las medidas políticas, sociales y jurídicas adoptadas en Cataluña, han frenado el desafío independentista; en un marco general de mejora de la convivencia, incluso las expectativas electorales de los partidos estatales apuntan al alza.Además, el levantamiento de las restricciones adoptadas para combatir la pandemia han supuesto un incremento inesperado de la actividad económica y el consumo, con el consiguiente incremento del empleo. En resumen, podríamos decir que las políticas impulsadas por los gobiernos presididos por Sánchez no parecen ser el origen del desafecto creciente que ha sufrido el líder de los socialistas. Una hipotética derrota este fin de semana le pondría en una situación interna presumiblemente insalvable.
Al otro lado de la foto, Alberto Nuñez Feijóo tiene una oportunidad para llegar a la Moncloa. En general, en la carrera hacia la presidencia del Gobierno de España todos los candidatos suelen tener, al menos, dos oportunidades. En esta ocasión, el líder gallego puede estarse jugando su primera y última oportunidad para llegar al Palacio de la Moncloa.
Después de los magníficos resultados cosechados por los populares en las pasadas elecciones locales y autonómicas, unidos a los que ya habían obtenido en Castilla-León y Andalucía, los barones populares no contemplan otro escenario que el de desalojar a Sánchez y sus aliados del poder.
Gobernando en Galicia, Cantabria, La Rioja, Castilla-León, Baleares, Valencia, Murcia, Madrid, Andalucía, Aragón, Extremadura y co-gobernando en Canarias, además de en las Ciudades Autónomas de Ceuta y Melilla, una derrota popular ante los socialistas puede ser el principio y el final de Feijóo al frente de los inquilinos de Génova 9.
La sombra de los muertos que Sánchez ha dejado en su partido volará sobre la sede de Ferraz este domingo por la noche. En la sede de Génova, el resultado delatará si Isabel Diaz Ayuso va a estar por detrás, al lado o por delante de Nuñez Feijóo para abordar una nueva etapa política
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