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Tal y como se esperaba, el Congreso de los Diputados ha investido a Pedro Sánchez como presidente del Gobierno de España. Sin duda, es un éxito político de Sánchez y de su equipo negociador. Las consecuencias sociales, económicas y políticas del cómo lo ha logrado habrá que valorarlas en el futuro. Será el futuro el que dictará sentencia sobre sí estamos ante un visionario estadista que encontró el camino para resolver el grave conflicto territorial por el que atraviesa el Estado, haciendo valer la política, o ante un osado que ha antepuesto su interés personal a los intereses globales de todos los españoles. Solo el tiempo nos ayudará a evaluar si la amnistía comprometida por Sánchez con los separatistas catalanes y vascos favorecerá la convivencia en Catalunya o hará común el enfrentamiento y los agravios en todos los territorios del Estado.
Los inesperados resultados electorales del pasado 23 de julio dejaron al PP en manos de Vox; cualquier suma de Nuñez Feijóo para alcanzar los 176 escaños pasaba por tener que contar con los de Santiago Abascal. La necesidad de los populares de tener que contar con Vox los alejó del entendimiento con el PNV. A partir de la autoexclusión del PNV, la investidura de Alberto Nuñez Feijóo era políticamente inviable.
Descabalgado Feijóo de la carrera por la investidura, todo quedaba reducido a una repetición electoral o a que Sánchez armara un puzzle con 14 formaciones políticas, cada una de ellas 'de su padre y de su madre'. El miedo a una repetición electoral que pudiera favorecer a los partidos conservadores, el pegamento que suponía la Ley de Amnistía y la generosidad de Sánchez a la hora de conceder prebendas a las fuerzas políticas que le apoyaron hicieron posible la cuadratura del círculo. La diversidad de formaciones políticas que le sostendrán en el Congreso de los Diputados, la disparidad ideológica en materia de políticas económicas y sociales entre las mismas y el grado de satisfacción de Puigdemont ante las respuestas jurídicas derivadas de la Ley de Amnistía tensionarán permanentemente al nuevo Gobierno presidido por Pedro Sánchez.
Superada la investidura, el nuevo gobierno está totalmente en manos de los 14 partidos que le han apoyado. Superado el trámite de la investidura con las concesiones correspondientes, los partidos políticos que la apoyaron seguirán 'pasando por caja' a la hora de la negociación presupuestaria o de los proyectos de ley que impulse el Gobierno. La capacidad de presión que van a tener Junts, Ezquerra, PNV o Bildu para que Sánchez cumpla los compromisos contraídos es total. El futuro de Sánchez está en sus manos.
La aportación canaria no era cuantitativamente necesaria a la hora de investir a Sánchez, pero cualitativamente tiene una gran relevancia política para el PSOE. Desde su irrupción en el Parlamento de España, en 1994, con cuatro diputados y cinco senadores, Coalición Canaria ha sido percibida en Madrid como una fuerza comprometida con Canarias dentro del marco que fija la Constitución y las leyes. Desde entonces Coalición Canaria ha pactado en Madrid con socialistas y populares. Los planteamientos del partido de Canarias en defensa de las singularidades de las Islas siempre han tenido el apoyo de los unos y de los otros.
Nadie duda de las buenas intenciones de Coalición Canaria apoyando la investidura de Sánchez a cambio, especialmente, de que éste y su Ejecutivo cumplan con los temas contemplados en la Agenda Canaria. Agenda que también, por cierto, en su momento, recibió el apoyo del Partido Popular.
Es, sin duda, un acto de fe de CC en Sánchez puesto que superada la investidura no tiene posición política -como sí tienen PNV, Bildu, Ezquerra o Junts- para obligarle ha cumplir los compromisos contraídos.Ni en Canarias -donde gobierna con los populares- ni en Madrid- porque la aportación cualitativa de la diputada canaria solo sirve para blanquear los acuerdos de Sánchez con los separatista- CC podrá condicionar al Gobierno de España si no cumple con Canarias. Sin la capacidad que tienen catalanes y vascos para hacer cumplir los compromisos que el recién investido presidente ha comprometido con ellos, a los canarios solo nos queda hacer acto de fe y confiar en la palabra de Sánchez.
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