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De nuevo Trump

Del director ·

Las miradas vuelven sobre el expresidente de Estados Unidos

Francisco Suárez Álamo

Las Palmas de Gran Canaria

Miércoles, 10 de agosto 2022, 23:47

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Entran los agentes del FBI en la lujosa residencia de Donald Trump y sobre la marcha salen sus seguidores a insultar a los investigadores y a señalar que todo es parte de una operación política de acoso y derribo para evitar su retorno a la Casa Blanca. Cita una fiscal al expresidente en Nueva York para preguntarle sobre sus manejos fiscales para, supuestamente, no cumplir con las obligaciones tributarias, y Trump se acoge a su derecho a no contestar argumentando lo mismo que sus fans: es víctima de una conspiración diseñada entre el equipo de Biden y la cúpula del Partido Demócrata, con el concurso, cómo no, de los medios de comunicación 'tradicionales' (o sea, los fiables).

Desgraciadamente, con Trump llueve sobre mojado. Casualmente estos días, cuando las miradas vuelven sobre el expresidente de Estados Unidos, se puede ver en Movistar una miniserie muy, pero que muy recomendable que lleva por título 'La ley de Comey'. Se centra en el tortuoso mandato al frente del FBI de Comey, un hombre que cargó con el sambenito de ser un enchufado de Obama, que después fue denostado por los demócratas por investigar los correos de Hillary Clinton en plena campaña electoral, que más tarde fue aplaudido por Trump convencido de que había echado una mano para facilitar su victoria al hundir precisamente la credibilidad de la candidata demócrata, y que finalmente fue destituido por el propio Trump con unas maneras bastante bochornosas porque se encontró con que Comey era íntegro (y tenía la costumbre de anotar todo lo que le contaba el presidente).

Uno de los mensajes que deja la serie es que cuando el Estado de derecho deja pasar las oportunidades y perdona comportamientos ilegales por criterios de oportunidad política, acaba siendo devorado precisamente por quienes se benefician de esa benevolencia. Es lo que parece que ha sucedido con Donald Trump, que protagonizó todo tipo de excesos y que, sin embargo, va camino de convertirse en esa víctima política que él va fabricando en una sociedad permeable a los bulos. Si las investigaciones en marcha no terminan rápido con cargos formales sobre Trump y su inhabilitación para presentarse a las elecciones presidenciales, lo volveremos a tener de candidato y quién sabe si protagonizando otra victoria. Máxime si Biden sigue dando señales de que el cargo le queda demasiado grande, y no solo por la edad y su estado físico, sino por la impresión de que llegó tarde, muy tarde, al Despacho Oval.

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